Sensacional muletazo de Curro Díaz. (Foto: J.R.Lozano)Curro Díaz ha firmado los mejores muletazos del festejo celebrado esta tarde en Las Ventas y a punto ha estado de tocar pelo dentro de un espectáculo en el que Juan Mora se estrelló con un lote sin opciones y Javier Conde desaprovechó las virtudes del mejor toro de Vellosino.
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Lo mejor de la tarde llevó la firma de Curro Díaz. El linarense se gustó toreando sobre la mano derecha al tercero, un ejemplar que, a pesar de su mansedumbre, brindó al comienzo de faena unas pocas arrancadas para que Curro regalará unos cuantos muletazos repletos de empaque y torería. La labor tuvo algún altibajo por la condición del toro, que antes provocó dos tumbos al picador y fue banderilleado brillantemente por Montoliu. El espadazo con el que finiquitó su labor al segundo intento fue antológico. Anduvo muy por encima de las condiciones del animal que cerró plaza, destacando una serie con la izquierda de sentimiento y aroma inconfundibles. Un inoportuno desarme provocó que todo se viniera abajo, el toro y la faena. Volvió a enterrar la espada con enorme seguridad al segundo intento.
Juan Mora pechó con el peor lote de la tarde. Ninguno de sus dos toros, un primero deslucido y sin entrega, muy a contraestilo, y un segundo soso, sin gracia y falto de transmisión, le permitió hacer el toreo que lleva dentro. A pesar de ello, no se arredró con ninguno de sus dos oponentes y dejó la sensación de que vale la pena darle cancha.
Por su parte, Javier Conde no dejó ver la condición del segundo del festejo, un animal noble y de aparente buena condición con el que no se confió en ningún momento. Además, dio un sainete con la espada. Con el quinto, el mejor ejemplar del encierro, un animal que causó un espectacular tumbo a Pepillo de Málaga hijo, tampoco lo vio claro y desaprovechó la ocasión de triunfar en otra faena repleta de tiempos muertos y falta de compromiso.
Madrid, 1 de junio de 2010. Toros de Vellosino, de juego dispar. El mejor fue el 5º. JUAN MORA: Silencio tras aviso y silencio; JAVIER CONDE: Bronca y silencio; CURRO DÍAZ: Ovación y silencio. Entrada: Casi lleno.
