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El sexto fue otro toro importante de la corrida, por su prontitud, movilidad y transmisión. Lo lució Iván Fandiño citándolo de lejos en la muleta y el toro, presto, galopó con boyantía a la muleta del vasco. Transmitió al público esas manera de arrancarse del toro, aunque no fue tan claro en la muleta. Fandiño se acopló mejor por el derecho en una faena de determinación y entrega. De nuevo, la espada le volvió a jugar una mala pasada dejándole el esportón vacío de trofeos.
Afloró el toreo de sentimiento de Matías Tejela ante el quinto, un fuenteymbro de edulcorada embestida. Se sintió a gusto con el toro desde el principio de faena. Se le atemperó el carácter al madrileño que manejó la muleta con una suavidad exquisita y una despaciosidad encomiable. Embarcó sin brusquedades y dibujó un trazo perfecto con la muleta, armonioso. El toreo al natural, de mano baja y muleta rastrera, tuvo empaque. Hubo torería en los remates. Mató de una estocada entera que tuvo un rápido efecto. A sus manos fue a parar la primera oreja de la tarde.
El cuarto fue un toro con más cuajo que el resto de sus hermanos. Fue un astado más que manejable y que, aunque siempre tuvo que tirar de él Diego Urdiales, tuvo opciones. No acabó de convencer a la parroquia la actuación del riojano, carente de emoción y continuidad. El toro acabó apagándose y la faena diluyéndose en el tedio. Mató al tercer intento de una estocada entera.
El tercero, “Observador” fue un gran toro. Con la base de la casta desarrolló cualidades como la humillación, fijeza, recorrido, temple y profundidad. Un toro para tener en cuenta a final de feria. Ya en el buen toreo de capote de Iván Fandiño, el toro enseñó sus cualidades a la hora de colocar la cara. Embistió después incansable a la muleta del vizcaíno, repitiendo encastado y muy humillado. Respondió al toreo obligado y de mano baja de Fandiño. Fandiño se acopló sobre todo por el pitón derecho, por donde dejó muletazos que tuvieron profundidad y largura. La gente estuvo algo fría con la labor del torero quizá porque a la faena le sobraron muletazos y le faltó pausa y despaciosidad. No estuvo acertado con la espada, dejando una estocada desprendida y trasera después de dos pinchazos. Saludó en el tercio.
El segundo se vino arriba en la muleta. Pese a que siempre colocó la cara con clase al capote de Matías Tejela, no acabó de desplazarse. Pero el madrileño le vio opciones al toro y brindó la faena de muleta al público. Embistió con galope franco el toro, nobleza y ritmo. Tejela toreó con limpieza en una faena que tuvo temple y compostura. Buenos y largos fueron los naturales. Obligados y mandones. El toro siempre respondió por abajo. Muy frío estuvo el público con Tejela y ni con los circulares y roblesinas finales logró calentar el ambiente. Mató de una estocada entera algo desprendida. Tras una leve petición, saludó desde el tercio.
Determinación y arrestos fueron las claves de la faena de Diego Urdiales ante el ejemplar que abrió plaza y feria de Fuente Ymbro. Un toro que nunca acabó de emplearse y que aunque regaló alguna embestida, fue carente de transmisión. Lo intentó el riojano por ambos pitones con algún momento destacable. No estuvo acertado con la espada y fue obligado a saludar desde el tercio.
Castellón. Feria de la Magdalena. Domingo 11 de marzo. Toros de Fuente Ymbro. 1º sin entrega, 2º con calidad y ritmo, 3º encastado y repetidor, 4º manejable, 5º enclasado y 6º con movilidad; bien presentados. DIEGO URDIALES: Ovación con saludos y silencio tras dos avisos; MATÍAS TEJELA: Ovación con saludos y oreja; IVÁN FANDIÑO: Ovación con saludos tras aviso y palmas de despedida. Entrada: Menos de media.
