¡Qué quinto toro! Así le hacen falta a la Fiesta muchos para que la emoción y la alegría vuelva a los tendidos. Ricardo Gallardo tiene la fórmula…
¡Qué quinto toro! Así le hacen falta a la Fiesta muchos para que la emoción y la alegría vuelva a los tendidos. Ricardo Gallardo tiene la fórmula. En general todos los novillos salieron bravos y encastados, alguno con sus chiribitas, pero ese quinto fue el prototipo de lo que se entiende por un toro bravo, noble y encastado. Incansable, comiéndose la muleta por abajo y fuerte como un roble, ‘Hortelano’ fue el toro que justifica una ganadería, aunque su hermano lidiado en sexto lugar no tenía mucho que envidiarle. Lástima de la voltereta que le hizo tanto daño que le quitó parte del gas que sacó de salida.
La noticia del primer festejo de la Feria de Abril de Sevilla es que hay toros bravos y con casta y toreros que salen a jugársela, incluso atropellando la razón. Gonzalo Caballero, que debutaba con los del castoreño en Sevilla y con novillos de Fuente Ymbro, está muy verde pero como anda sobrado de bragueta resolvió la papeleta paseando una oreja de susto. Fernando Adrián se acordará toda su vida de que consiguió un apéndice auricular, que debieron ser dos sin la cicatería de la señora presidenta, plantándole cara y toreando muy bien a un burel encastado y exigente pero prototípico de lo que debe ser un toro bravo. El garbanzo negro, en que potaje no sale al menos uno, le toco (en cuarto lugar) a Javier Jiménez. El mejor lote se lo llevó Adrián. Y la alegría de ver embestir de verdad a un toro fue de todos los aficionados que vimos la inauguración del serial abrileño ‘in situ’ o por Canal Plus Toros. Bien hemos comenzado. ¡Viva la Fiesta!
