(Foto: Javier Arroyo)El triunfador numérico del festejo fue Diego Ventura, que enardeció a la plaza cortando tres orejas.
FOTOS DE JAVIER ARROYO DEL FESTEJO
Enrique Ponce ha realizado ante el quinto toro de hoy en Gijón el trasteo de mayor importancia de la Feria de Begoña hasta el momento. Fue frente a un manso de libro de José Vázquez al que hubo de ponerse en suerte hasta ¡nueve veces! frente el caballo para lograr meterle las cuerdas. Hizo hilo en banderillas la res, pero Ponce fue sometiéndola con la muleta mostrándose pleno de sabiduría y poderío hasta meterla en el canasto. Tremendo esfuerzo el del maestro. Plenos de torería resultaron los muletazos finales rodilla en tierra, matando de estocada desprendida y paseando una oreja. Escaso premio para tan gran faena.
El primero de lidia ordinaria sacó peligro. Brindó Ponce a Carlos Zúñiga -padre- y arrancó su faena con doblones en el inicio. El toro tiraba tornillazos y se vencía por el pitón derecho, por donde, porfiando, logró extraer algún muletazo estimable. Un listo le dijo desde el tendido que cogiera la zurda, diciéndole el matador que era imposible por ese lado, demostrándolo el animal yéndose al pecho del torero en el primer natural. Lo macheteó el valenciano y finiquitó después de casi entera desprendida con ligera travesía.
La otra gran faena del festejo fue la de Sebastián Castella al sexto. Aprovechó el francés al más noble del envío de José Vázquez e instrumentó una templadísima faena prologada con dos péndulos escalofriantes. Sobre ambas manos realizó después un trasteo de hondo calado, matando de una estocada en la misma yema. Hubo una petición muy fuerte de la segunda oreja que el palco, incomprensiblemente, no quiso conceder. Arrojó el trofeo que fue a parar a sus manos debajo del estribo.
Antes, su primero no dio opciones. Tuvo escaso recorrido y justeza de fuerzas. Castella lo intentó pero entre el calamocheo, el corto viaje y las constantes pérdidas de manos del toro se vio obligado a matarlo. Pinchó antes de dejar una entera desprendida.
Diego Ventura cortó tres orejas convirtiéndose en el triunfador numérico del festejo. El primer trofeo lo obtuvo del animal de San Pelayo que abrió plaza. El rejoneador, que clavó de salida dos rejones de castigo, clavó banderillas con Chalana destacando en los galopes de costado. Con Cheque se metió al público en el bolsillo con las piruetas, persiguiendo el toro con celo las cabalgaduras. Con Remate dejó cinco cortas, la última al violín, matando de medio rejón trasero que un auxiliador hábilmente convirtió en entero.
Con el cuarto, también marcado a fuego con el pial de San Pelayo, enardeció al público en el toreo a dos pistas y con las piruetas. Terminó de calentar con las rosas y, de nuevo, realizó la suerte del teléfono. Mató de rejón entero contrario pero de efectos fulminantes y paseo las dos orejas. Brillaron especialmente en esta su segunda actuación los caballos Oro y Remate.
Gijón, 12 de agosto de 2013. Corrida goyesca. Toros de San Pelayo, para rejones, y José Vázquez. El rejoneador DIEGO VENTURA: Oreja y dos orejas; y los matadores ENRIQUE PONCE: Ovación y oreja; y SEBASTIÁN CASTELLA: Silencio y oreja con fuerte petición de la segunda. Entrada: Más de media. La corrida se demoró en su inicio casi media hora por la necesidad de acondicionar el ruedo tras las incesantes lluvias caídas en las últimas horas en la ciudad.
