(Foto: Julián López)(Foto: Julián López)

“Llegué con la iliaca reventada y las constantes vitales muy al límite”

Manuel Escribano recibe a APLAUSOS en el Hospital Universitario Rey Juan Carlos
Íñigo Crespo
lunes 16 de septiembre de 2013

“El toro me empotró contra las tablas. Me hizo mucho daño, el dolor por dentro fue terrible”

“Lo que me jode es perder por completo el mes de septiembre y ver chungo lo que resta de temporada”

“Los percances hay que afrontarlos como los triunfos. En estas cosas se ve la raza de un torero”

“No le deseo a nadie lo que viví”

Fueron momentos muy duros. El médico decía que tenía un porrazo en la cabeza y yo sabía que no, que el daño era interno porque tenía unos dolores espantosos en la barriga. Soy fuerte y enseguida me vengo arriba pero en esos momentos aunque era consciente de todo no era capaz de reaccionar. La decisión clave fue venir al Hospital de Móstoles aunque el médico estaba empeñado en mandarme a Talavera. Cuando llegamos me estaban esperando veinte personas que comprobaron que tenía la iliaca reventada y las constantes vitales muy en el límite. No le deseo a nadie lo que viví”. Son palabras de Manuel Escribano desde la habitación del Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles. A pocas horas de haber abandonado la UCI, el diestro de Gerena ha querido recibir a APLAUSOS y compartir sus sensaciones.

Después de todo lo que he pasado, ahora estoy bien“, explica. “Tengo muchos dolores por dentro pero me han dicho los médicos que todo va bien. Que las ecografías confirman que la vena va bien y el riego es normal“, subraya. A primera hora de la mañana le han incorporado a una silla. “Ha sido horrorosa la noche tumbado en la cama“, reconoce.

Con varias vías puestas, controlado al cien por cien por un personal sanitario al que está tremendamente agradecido y bajo la permanente compañía de sus padres, su novia, su hombre de confianza Manolo Campuzano y la visita esta mañana de tres de los hombres de su cuadrilla: Isaac Mesa, Nacho González y Basilio Martín. “El apoyo que estoy teniendo es grandísimo“, admite con un toque de sincera emoción en su rostro cuando no deja pasar la ocasión: “De agradecer a todo el mundo las muestras de cariño, son cosas que nunca olvidaré“.

Durante la estancia de APLAUSOS en el Centro Hospitalario han visitado al torero herido, el novillero Juan Bellido “Chocolate” -herido de gravedad el pasado mes de octubre- junto a su progenitor.

El toro vino directo a por mí. A tiro hecho. Sabía que no me escapaba“, recuerda sobre las claves del percance sufrido el sábado en la plaza de Sotillo de la Adrada. “Había tomado bien el capote e incluso en los dos primeros pares de banderillas lo hizo bien. Pero no obedeció al toque en el tercero y me empotró contra las tablas. Me hizo mucho daño, el dolor por dentro fue terrible“, afirma antes de admitir: “Estos días he pensado que dentro de lo malo tuve suerte que no me abrieran la barriga en la enfermería y que tomara mi gente la decisión de venirnos al hospital“.

Habla con seguridad aunque en su hilo de voz se deja ver el sufrimiento de las horas previas. La dureza de dar vueltas a la cabeza no sólo al percance sino a los contratos que quedan orillados. “Aunque suene a tópico eso es lo que de verdad me hace sentirme jodido, perder por completo el mes de septiembre y ver chungo lo que resta de temporada“, revela antes de tirar de optimismo: “Esto es así y los percances hay que afrontarlos como los triunfos, con naturalidad y con los pies en el suelo. Las carreras de los grandes toreros están salpicadas de cornadas. Por eso hay que ser fuerte y seguir pensando en vivir únicamente para el toro. En estas cosas se ve la raza de un torero“.

Aunque no hay plazos -“dependerá de la evolución, del riego y de lo que indiquen los médicos”, puntualiza- los facultativos han informado al torero de Gerena que la paciencia deberá ser una de sus acompañantes durante las próximas semanas y hospitalizado deberá permanecer aún varios días.

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