Este año va a superarse la cifra de 6.400 festejos celebrados en 2012.
No hay crisis para los festejos populares de la Comunidad Valenciana, los conocidos como “bous al carrer”, donde esta temporada se van a volver a batir nuevos récords. Se espera que este año se supere la cifra de los 6.400 festejos taurinos que se celebraron en 2012, unos números a los que ni tan siquiera se llegó en los tiempos de bonanza. El precio asequible de los toros, el arraigo de esta tradición y el impacto económico que suponen son los pilares que mantienen con fuerza esta Fiesta, que parece aliada con la crisis.
Vall d´Uixó es uno de los pueblos de referencia de la Comunidad Valenciana en cuanto a la celebración de “bous al carrer”. Este año terminará la temporada habiendo organizado unos 180 festejos taurinos, una cifra abrumadora para esta localidad castellonense que cuenta con poco más de 30.000 habitantes. Este año Vall d´Uixó batirá un nuevo récord puesto que se correrán por sus calles un total de 150 toros de las más prestigiosas divisas, todo ello sin contar con la gran cantidad de vaquillas y toros embolados de ganaderías autóctonas que completan estos festejos. “Ni en los mejores años se ha llegado a esta cifra, es una auténtica locura”, asegura Vicent Manuel Aparici, presidente de la Federación de Comisiones y Asociaciones de Fiestas Taurinas, entidad que representa a un total de 30 peñas taurinas y 23 fiestas de barrio, que son las encargadas de organizar los festejos. “Pensábamos que iba a ser un año de austeridad, pero nos hemos equivocado y gratamente nos ha sorprendido que no sólo se mantenga esta fiesta sino que viva estos momentos de esplendor”, matiza.
Para Aparici, este tipo de celebraciones taurinas “tienen una gran capacidad para dinamizar el turismo y reflotar la economía local, puesto que esta fiesta arrastra a muchos visitantes que consumen en los comercios y bares de nuestra localidad. Muchos propietarios comentan: ¡ojalá hubiese toros todos los días!, incluso el dueño de un bar me aseguró que durante una tarde de toros puede llegar a vender más de 1.000 consumiciones. El toro es Fiesta, y la Fiesta es sinónimo de gasto e ingresos para los negocios”.
Ese fervor a la hora de adquirir toros ha llegado gracias a que, según Aparici, “los precios de los mismos son más asequibles, ahora nos estamos aprovechando de ese periodo de readaptación que están sufriendo las ganaderías pero a partir del año que viene, creo que volverá a subir el precio de los toros porque habrá menos excedente en el campo. No es normal por ejemplo que un barrio de esta localidad haya adquirido para sus fiestas hasta once toros”. Esa apuesta por la cantidad ha ido en detrimento de la calidad, “y eso no es bueno porque no hay que perder las señas de identidad de un pueblo referente”. Al respecto, Vicent Manuel manda un mensaje a los ganaderos de bravo: “Creo que deben respetar más esta Fiesta y cuidar los toros que destinan a ella. Para ellos es una salida muy importante económicamente, además, no existe morosidad puesto que los toros siempre se pagan en el momento del embarque”.
El ayuntamiento de Vall d´Uixó es uno de los que se vuelca con la Fiesta. Este año ha aportado hasta 60.000 euros para que las fiestas puedan pagar los seguros de los festejos. “Es una pequeña parte de dinero, ya que casi la totalidad de los ingresos proviene de aportaciones de los vecinos, de loterías, rifas… Hay otra partida de ingresos que proviene de la carne del toro y que también ayuda”.
LAS VOCES DE LA AFICIÓN
Las dos entidades que representan a los aficionados en esta comunidad son la Asociación en Defensa de las Tradiciones del Bou al Carrer, presidida por Juan Carlos Paricio; y la Federación de Peñas Taurinas de Bous al Carrer de la Comunidad Valenciana, presidida por Modesto Martínez. Ambos están de acuerdo a la hora de afirmar que el fuerte arraigo tradicional y el gran impacto económico son los pilares que sustentan esta Fiesta en plena crisis. “Las cifras del año pasado ya fueron escandalosas en cuanto a número de festejos y este año van a ser mucho más. Esta fiesta está muy asumida en nuestros pueblos y aunque todos sabemos que la situación no es la más halagüeña, aunque sea con menos dinero pero todo el mundo aporta lo que puede porque las fiestas son algo muy importante para los vecinos, forman parte de sus tradiciones y costumbres y es difícil quitarlas”, asegura Juan Carlos Paricio.
Por su parte, Modesto Martínez afirma que estas fiestas populares “tienen un impacto económico brutal, la gente lo sabe y por eso no les importa arrimar el hombro. Según un estudio de la Consellería realizado en los últimos años, el impacto económico de estos festejos en toda la comunidad es de 184 millones de euros. Con el aumento de festejos, esta cifra también ha aumentado considerablemente”, añade. El presidente de esta Federación, que aglutina a casi 500 peñas taurinas, desvela un dato muy esclarecedor: “Desde la Federación hemos hecho un estudio y aproximadamente, en cada festejo taurino hay una media de 1.000 participantes directos, lo que supone que a lo largo del año hay un total de seis millones de participaciones directas en este tipo de festejos, sin contar las indirectas, que son todas aquellas que presencian el festejos desde las barreras, balcones de casas o carafales. Esta cifra nos da a entender el porcentaje de gente que arrastra estos espectáculos y lo que para un pueblo y sus negocios representa”.
