FERIA DE JULIO.- Hablan los protagonistas
(Foto: Rullot)(Foto: Rullot)

“La gente, entregadísima de principio a fin”

"A pesar de descordar al toro me pidieron la oreja. Eso me lo llevo como un detalle de cariño de Valencia hacia mí", afirma Hermoso de Mendoza
Jorge Casals
viernes 25 de julio de 2014

“Pirata me ha hecho un quite bonito, que nadie puede preparar y que surge de la espontaneidad del caballo”, agrega el navarro.

Pablo Hermoso de Mendoza cortó la única oreja del quinto festejo de feria en Valencia. Entre barreras, así resumía el rejoneador estellés su actuación en la Feria de Julio: “Al primero lo pinché una vez y aun así me dieron una oreja que la gente pidió con mucha fuerza; y luego en el segundo la pena fue descordarlo. Me tiré arriba, el toro vino muy pronto, lo agarré muy bien reunido, de arriba a abajo, pero cuando quieres matar por arriba a veces encuentras la columna y el toro cayó descordado”.

Ahondando en la faena premiada, señaló: “El primero fue un toro que empezó con alegría. Ya de salida fue una faena con recortes bonitos. Luego con Disparate el toro se vino un poco a menos pero el caballo expuso su repertorio adaptándose a las embestidas más alegres y a otras en las que había que tirar más del toro con todo tipo de toreo: con un costado, con el otro, cambiándose, con hermosinas, piruetas. Fueron cuatro banderillas, todas ellas distintas, unas muy de largo dejando que el toro viniera y otras en cortito metiéndose en los terrenos del toro. Ha sido una faena de caballo completo”.

El navarro proseguía: “En el último tercio Pirata ha estado redondo y con esas peculiaridades que de vez en cuando pone en escena con un quite de esos bonitos, que nadie puede preparar y surge de la espontaneidad del caballo. Cuando eché pie a tierra, el toro me dio un arreón haciéndome hilo. El caballo arrancó entonces desde lejos y le mordió, le aguantó y le frenó para que no me echara mano”.

Al respecto de ese espectacular quite, matizaba: “Pirata ya lo había hecho alguna vez, pero hoy fue muy rotundo porque no estaba él pegadito al toro. Estaba más bien despegado, pero al ver que me arreaba el toro, como que sintió un impulso salvaje que dio paso a una anécdota bonita”.

Hermoso se lleva un grato recuerdo del público valenciano: “La gente ha estado entregadísima de principio a fin. Con ese segundo que ha tenido menos movilidad y ha sido más paradito, la gente se metió en la faena y aun a pesar de descordar al toro me pidieron la oreja. Eso me lo llevo como un detalle de cariño de Valencia hacia mí”, concluye.

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