Fotos: ARJONA
Morante de la Puebla y José María Manzanares abandonaron el coso de Zorrilla a hombros en un mano a mano triunfal en el que se pudo ver el sello y la personalidad de los dos toreros.
Un total de tres orejas paseó Manzanares, dos de ellas en el cuarto de la tarde, otro buen toro de Zalduendo, más alto que sus hermanos, al que le faltó entrega pero que embestía humillando. Manzanares aprovechó su buena condición para cuajar una excelente labor cargada de gusto y temple en cada muletazo. El alicantino lo pasaportó de un gran volapié. Otro trofeo paseó de su primero, un zalduendo de buena condición. El alicantino ha desplegado lo mejor de su tauromaquia en una labor marcada por el temple, el empaque y la torería del diestro. Manzanares cuajó al toro sobre los dos pitones gustándose en los remates. Mató recibiendo y tuvo que descabellar. Nada pudo hacer ante el deslucido sexto.
Gran faena de Morante en el quinto, distinta y distinguida. El sevillano acabó haciendo que se entregara en su muleta un toro noble pero remiso de Zalduendo. Dejó muletazos que eran auténticos carteles de toros. Gusto, temple y, sobre todo, despaciosidad. Paseó un trofeo en el tercero de la tarde, un animal noble y con entrega de Zalduendo. Toreó como sólo él sabe con la verónica en lances de gran enjundia. Con la muleta ha dejado bellísimos muletazos sobre ambos pitones. En el toreo accesorio destiló su peculiar sabor y tauromaquia. Estocada y oreja. Arrancó la tarde con un toro de Zalduendo noble pero al que le faltó fuelle para que Morante de la Puebla pudiera lucirse. El sevillano dejó muletazos de mérito sobre el pitón derecho en el centro del platillo, pero el burel pronto se afligió. Mató de buena estocada.
Valladolid. Viernes, 12 de septiembre de 2014. Toros de Zalduendo, nobles y de buen juego en líneas generales. Morante de la Puebla: Ovación con saludos, oreja y oreja; José María Manzanares: Oreja con petición de la segunda, dos orejas. Entrada: Casi lleno.
