Creo que ha llegado el momento de decir basta ya. Hasta aquí hemos llegado. Exigimos que hechos como el de la Universidad CEU San Pablo no se vuelvan a repetir, y si se repiten, que los responsables lo paguen.
Algunas universidades de Madrid se han convertido, de un tiempo a esta parte, en escuela de totalitarismo, y por ende fértil vivero de violentos. El pasado día 4 de diciembre se produjo un ataque violento a los aficionados que asistían a un acto cultural relacionado con la fiesta de los toros, en la Universidad CEU San Pablo, que terminó con varios heridos, uno de ellos con fractura de la cabeza del húmero. Es curioso, pero los medios generalistas apenas se han hecho eco de este salvaje atentado, tal vez porque estaban ocupados con la violencia en el fútbol.
En España estamos atravesando una muy seria crisis económica pero eso, en mi opinión, es una minucia comparado con la crisis de valores que sufre nuestra sociedad. Valores que siempre han caracterizado y caracterizan a los pueblos civilizados (educación, respeto, dignidad, etica, honor…) En España, hoy prácticamente se han perdido o se ignoran empezando por los colegios.
Hay demasiados individuos, e incluso colectivos, que imponen su voluntad por las buenas o por las malas siempre que les viene en gana. Si un profesor no me cae bien pues se le hace la vida imposible hasta llegar a la agresión física. Si un político no me gusta se le insulta, se le revientan sus mítines o actos, se le hace escrache, se le amenaza a él y/o su familia. Que un equipo de fútbol no me gusta, se mata a sus hinchas. Que algo, en general, no me gusta, pues se organiza una manifestación y se destruye todo lo que se encuentre al paso. Que no me gustan los toros pues se insulta y agrede a los aficionados. Y así podemos generalizar prácticamente a casi todo. Pero debe quedar muy claro que esto no ocurre por casualidad; las causas son diversas, aunque en gran medida viene determinado porque, algunos políticos les calientan la cabeza y la sangre con arengas, inculcándoles, para conseguir unos cuantos votos, que amparados en la libertad todo es lícito. Ellos son los verdaderos responsables, pues cada vez que hablan realmente vomitan rencor, odio y violencia contra sus adversarios, sin importarles que esos votos vienen de descerebrados que, llegado el momento, pueden ser incontrolables.
Por otra parte, como sabemos, hoy es políticamente incorrecto defender la fiesta de los toros, y tengo la impresión de que algunas autoridades no hacen todo lo que debieran para erradicar de raíz la violencia antitaurina. Ya sé que solo el PP se ha manifestado a favor de los toros; los demás partidos políticos o los quieren prohibir, o se manifiestan a favor o en contra dependiendo del lugar y del momento. Ahora bien, todos los partidos legales deben estar en contra de la violencia, venga de donde venga, y si no es así (y puede que no siempre lo sea) deben ser ilegalizados en España.
Por ello creo que ha llegado el momento de decir basta ya. Hasta aquí hemos llegado. Exigimos que hechos como el de la Universidad CEU San Pablo no se vuelvan a repetir, y si se repiten, que los responsables lo paguen, pero de verdad. ¡Con los violentos de todo tipo hay que ser muy, pero que muy enérgicos! Y ¡tolerancia cero!
