La pincelada

Se les ha visto la pluma anti

José Luis Benlloch
domingo 14 de diciembre de 2014

Por si había duda, que no la había, los informativos televisivos se han engullido la agresión que ha sufrido un compañero de la información taurina y otros aficionados en los salones de la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Nuestra solidaridad con ellos.

Se les ha visto la pluma anti. Por si había duda, que no la había, los informativos televisivos, los del prime time y los de hora menos cotizada, que tanto presumen de independencia o de sentido del periodismo, objetividad y/o deber informativo para justificar tantas y tantas veces la información espectáculo con la que nos obsequian -en tiempos de la oprobiosa llamaban a eso alienación-, se han engullido la agresión que ha sufrido un compañero de la información taurina y otros aficionados en los salones de la Universidad CEU San Pablo de Madrid. El agresor es un antitaurino o mejor dicho varios, en nombre, eso se supone, esa es su monserga o mentira corporativa, de la cultura, la paz, la modernidad y tal y tal y tal que, como ven, no les impide practicar la violencia verbal y ya desde ahora la física.

Lo han hecho para mayor deshonor y para reforzar la carga informativa del suceso, en territorio universitario al más puro estilo facha, en el templo sagrado de la cultura y la verdad que se suponía territorio de libre pensamiento, pero ni por esas los del prime time, incluidos los de la tele que firmaron compromisos de apoyo a la tauromaquia con las figuras del toreo, los mismos que se pirran por el Pequeño Nicolás, encarcelamientos de famosas y cualquier ataque de cuernos siempre que sea a buen precio y mucha audiencia, ni así le han hecho un hueco en su minutado. Quizás cuando el descalabro sea mayor, cuando de un brazo roto se pase a consecuencias mayores, entonces sí haya lamentos o quizás quieran esperar a que sea al contrario, a que un aficionado harto de tanto oprobio acabe levantando la mano de la desesperación y entonces sí, entonces abriremos informativos y nos quemarán en la hoguera de las civilizaciones. Mientras, no nos queda más que respaldar al compañero y quejarnos en el desierto del ninguneo al que nos quieren desterrar los de la modernidad y el escrache. Nuestra solidaridad con el compañero agredido y todos los agredidos que somos ante la indiferencia de los medios y de la autoridad.

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando