La revolera

El acto de contrición de Canorea

Paco Mora
miércoles 17 de diciembre de 2014

Seguro que los toreros tienen tantas ganas de verse anunciados en la Feria de Abril como la Empresa Pagés de anunciarlos. Pero no a costa de todo, porque ellos también tienen su dignidad y necesitaban una reparación pública.

“Tarde piaste Sancho amigo”, diría el caballero Alonso de Quijano. Lo mismo cabría decirles a Canorea y Valencia, empresarios de La Maestranza de Sevilla. Pero nunca es tarde si la dicha es buena, como dice el refrán, y dado que a nadie puede caberle duda alguna de que el arreglo entre la empresa sevillana y la plana mayor del toreo es justo y necesario para la Fiesta, los cuñados han hecho santo y bueno con dar su brazo a torcer como primer paso ineludible para la firma del armisticio.

A partir de ahora ya no valen coplas y lo que apremia es deslizarse cuanto antes por el camino tradicional de la oferta y la demanda, y a quien Dios se la dé San Pedro se la bendiga. Seguro que los toreros tienen tantas ganas de verse anunciados en la Feria de Abril como la Empresa Pagés de anunciarlos. Pero no a costa de todo, porque ellos también tienen su dignidad y necesitaban una reparación pública. Una vez más se ha comprobado que evacuar las irritaciones por vía oral, suele traer malas consecuencias. Y vale más mil “podría haber dicho” que un solo “los he puesto a caer de un burro”.

Porque poniéndonos extremosos, las cinco o seis figuras ofendidas por los calentones radiofónicos de Canorea, se pueden seguir haciendo ricos sin La Maestranza, pero La Maestranza sin ellos ya se ha comprobado como protesta enseñando el cemento de sus tendidos en cantidades peligrosas. Año nuevo, vida nueva. Vamos a ver si somos capaces de hacer examen de conciencia y empujar todos en la misma dirección, para tratar de sacar las ruedas del carro del negocio taurino del atasco en que se encuentran. Y por mucho que a Atahualpa Yupanqui le guste que le suenen los ejes de su carreta, a los de la carreta del toreo es mejor engrasarlos para evitar que le chirríen. Suerte a todos y a ver si mañana en Sevilla se produce un acto de contrición generalizado y vamos adelante.

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