"He apartado diez toros, todos generosos de cara"

Joselito, ¿pastor con sus toros en el encierro de Pamplona?

"Me gustaría, si me dejan, ir detrás de la manada como pastor", afirma el torero y ganadero madrileño
Redacción APLAUSOS
lunes 29 de diciembre de 2014

“Mi debut como torero en San Fermín fue bastante desagradable y ya no regresé. Pero eso ya nada tiene que ver con volver a Pamplona como ganadero”, sostiene José Miguel Arroyo.
José Miguel Arroyo “Joselito” ha anunciado su intención de correr como pastor el encierro de Pamplona el día en que sus toros protagonicen la tradicional carrera matutina en San Fermín. “No lo he corrida nunca -el encierro- por miedo. Siempre he pensado que si corría entre tantos cientos de personas, si un toro cogía a alguien me iba a tocar a mí. Ahora bien, este año me gustaría, si me dejan, ir detrás de la manada como pastor. Eso, sí. De hecho, tengo en mi casa el polo verde de los pastores de Pamplona”, afirma Joselito a nuestro compañero Koldo Larrea en el portal torosennavarra.com.

El ganadero madrileño ya ha comenzado la cuenta atrás para el debut de sus toros en la feria de San Fermín, una fecha a la que mira esperanzado. “Me hace mucha ilusión presentarme en Pamplona como ganadero. No hay que olvidar que se trata de la feria del toro por antonomasia. Pero también supone este debut mucha responsabilidad. La Casa de Misericordia ya había estado dos veces viendo mis toros. Y ahora, la tercera, ha sido la vencida. Espero tener suerte e ir así, poco a poco, consolidándome en Pamplona”, explica, añadiendo sobre el lote que tiene preparado en la finca cacereña de San Juan de Piedrasalbas: “He apartado diez toros de los dos hierros -El Tajo y La Reina-, todos generosos de cara. Respecto a sus capas, hay castaños, negros y colorados”.

Durante la conversación, Joselito valora positivamente el encierro de Pamplona: “Es un acto cultural que se desarrolla durante las fiestas y, como cultura, hay que impulsarlo. Se trata de una costumbre que fomenta la Fiesta y la afición”, afirma; subrayando que la carrera también le parece buena para los toros: “No me disgusta. Al contrario, porque allí en Pamplona se hace bien. Además, dicen que quita el estrés a los toros. No sé cómo se comportarán los míos. Supongo que el toro de poca raza busca la salida y el bravo rompe hacia adelante. Habrá que ver”.

En su etapa de matador de toros Joselito debutó en la Feria del Toro el 9 de julio de 1988, tarde en la que se enfrentó a un lote de Mari Carmen Camacho, ganadería que también se presentaba en San Fermín. El diestro pechó con un lote parado, que no dio opciones de triunfo y su actuación se saldó con el silencio del público. No volvió a repetir. La causa, el comportamiento de cierta parte del público. “Aquel día recibí en la cabeza el impacto de un trozo de melón y, seguidamente, de un pedazo de pan. Como cualquiera puede imaginar, fue una experiencia bastante desagradable y ya no regresé. Pero eso ya nada tiene que ver con volver a Pamplona como ganadero”, sostiene José Miguel Arroyo.

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