La pincelada del director

Ventajas y riesgos de la FIT

José Luis Benlloch
sábado 24 de enero de 2015

¿Qué hace diferente a esta operación societaria?… La filosofía con la que la han envuelto, sus promesas. La operación la han vendido bajo la bandera de la ética y ha sonado a nuevo. Esa es su marca de partida y su reto, exactamente lo que se puede volver contra ellos si no cumplen

En el fondo y no tan en el fondo de la FIT, existe una operación societaria como otras muchas. Tres empresas que se unen legítimamente para hacerse más fuertes en tiempos de apreturas. ¿Entonces dónde está el secreto de tanto revuelo, qué lo hace diferente?… La filosofía con la que la han envuelto, sus promesas. La operación la han vendido bajo la bandera de la ética y ha sonado a nuevo. Aseguran presencia en los medios de comunicación, exportar a la sociedad en general y las generaciones venideras los valores universales del toreo, aseguran la creación de un frente jurídico para defender la Fiesta de los ataques externos y en ello van incluidos los aficionados, salvar plazas en situación de cierre, promocionar novilleros… ¡Joder! todo lo que debía hacer la Administración o las asociaciones profesionales y nadie ha hecho. Esa es su marca de partida y su reto, exactamente lo que se puede volver contra ellos si no cumplen. Y además aseguran que están abiertos a otras empresas.

Naturalmente que su buena gestión empresarial no debe acabar ahí, eso sería un regalo añadido, lo que hiciese la diferencia con todo lo anterior. Lo que contará de manera definitiva al final, la realidad que se impondrá a la filosofía, es que sus ferias sean atractivas, respetuosas con la esencia del toreo, con la personalidad de cada plaza, abiertas a quienes se hagan acreedores de torear, respetuosas con el aficionado y con el toro… y como tienen medios para hacerlo, seguramente los que no tuvieron nunca otros, si no lo consiguen no tendrán excusa.

¿El peligro dónde está?, en que no cumplan, en que su gran potencial lo empleen en dirección equivocada, pero de ese mal ni nunca ni nadie hemos estado libres. Si fuese de esa manera habríamos quemado otro cartucho, sufrido otra decepción, habría que comenzar de nuevo.

POSDATA.- A lo mejor sus colegas se enganchan al carro ¡ojalá! y aceptan el reto de hacerlo mejor que ellos y todos salimos ganando. Lo malo de los últimos tiempos era/es el pasotismo con el que se afrontaba una jodida realidad que necesita de ilusiones.

Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 1947

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