Curro de la Casa, con la mente en Moralzarzal

“Los seis novillos es una manera de medirme a mí mismo”

"Espero tomar la alternativa y continuar creciendo. No me asusta el futuro", afirma el novillero alcarreño
Íñigo Crespo
miércoles 28 de enero de 2015

”6 Sueños, 1 Torero, con los jóvenes”

Su mente se encuentra ya mirando al próximo 28 de febrero, fecha en la que se encerrará con seis novillos de distintos encastes en la plaza madrileña de Moralzarzal. Se presume una apuesta definitiva para Curro de la Casa quien reconoce: “Mi etapa como novillero está llegando a su fin. El reto de encerrarme con seis novillos es una manera de medirme a mí mismo, una manera de demostrar que ya he avanzado lo suficiente y que estoy capacitado para ser matador de toros”.

La campaña 2014 ha sido “im­por­tante”, describe el alcarreño. “He toreado once novilladas y cada una de ellas ha representado un paso más hacia adelante en mi toreo y en mi manera de expresar el concepto que llevo dentro”, admite.

En la plaza Monumental de Las Ventas ha hecho tres paseíllos durante este ejercicio. No ha logrado ningún premio tangible pero las tres tardes ha dejado buena impresión. “Han sido tres novilladas distintas pero mi paso ha sido bueno, sobre todo la última donde demostré que tengo cualidades. Madrid me ha costado, sobre todo porque la primera vez hace dos años no fui yo y desde entonces he tenido que levantar esa losa. En la última tarde de este año me desquité de la espinita y estuve muy a gusto con un novillo de Dos Hermanas, me fluyó muy fácil el toreo”, explica.

Pero existe vida y mucha después de Madrid. “De toda la temporada quisiera destacar dos tardes muy distintas pero que son un referente de lo que quiero hacer en la plaza y del nivel que puedo dar que fueron la de Trillo y la de Villa del Prado”, recuerda Curro de la Casa antes de ir pormenorizando ambos festejos: “En Trillo me encontré con un novillo muy noble y con calidad de Los Rodeos que me permitió torear muy despacio y sentirme muy torero; mientras que en Villa del Prado tuve delante una novillada exigente y dura de El Retamar con la que no volví nunca la cara. En la fusión de las dos faenas se encuentra mi verdadero concepto, un toreo que persigo y que cada vez está más cerca de llegar”.

Profesional y artísticamente, Cu­rro de la Casa no duda en afirmar: “Noto que he evolucionado. Ahora conozco muchas cosas, muchos matices que desconocía en la lidia de un animal. La experiencia y el oficio me han enseñado que primero hay que saber adaptarse a las condiciones del novillo para luego poder desarrollar el toreo que llevas dentro”. Y de cara a 2015, el de Guadalajara revela: “Espero tomar la alternativa y continuar creciendo. No me asusta el futuro, me responsabiliza”.

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