Paquirri, que ha vuelto a los ruedos, fue obligado a saludar tras romperse el paseíllo.
GALERÍA FOTOGRÁFICA DE ARJONA DEL FESTEJO
GALERÍA FOTOGRÁFICA DEL PERCANCE DE PAQUIRRI
Fotos: ARJONA
Enrique Ponce y Francisco Rivera Ordóñez “Paquirri” han salido a hombros de la plaza de toros de Olivenza tras cortar dos orejas cada uno en el festejo celebrado durante la tarde de este domingo. El valenciano tiró de maestría y el menor de los Rivera Ordóñez de arrestos tras reponerse a un fuerte percance en el tercio de banderillas. Completaba la terna Morante de la Puebla, que dejó pasajes de gusto exquisito tanto con el capote como con la muleta en sus dos toros.
Enrique Ponce cuajó una faena muy importante al cuarto por el mérito y las dificultades que planteó el toro de Victoriano del Río. Manso, deslucido y reservón, el valenciano sacó toda su sapiencia para firmar una labor técnicamente perfecta. El inicio, doblándose con el toro, fue clave para después cuajar al toro. Le tapó todos los defectos e hilvanó muletazos sensacionales. Hubo capacidad y ciencia frente a un animal que cuando se sintió podido, se rajó. El público, entregado, premió la labor del valenciano con dos orejas tras una estocada entera y caída.
El primero de la tarde fue un toro de Domingo Hernández que quiso más que pudo. Con su fondo de casta, le fallaron las fuerzas y perdió las manos en varias ocasiones. Ponce trató de dosificarlo en tandas a media altura. Cuando quería apretar, el de Domingo Hernández se resentía. Imposible el lucimiento.
Paquirri le cortó las dos orejas al quinto tras tirar de raza y reponerse al fuerte percance sufrido en el tercio de banderillas. Perdió pie y el toro le buscó en el suelo, propinándole una paliza, arrancándole la taleguilla y abriéndole una brecha junto a la ceja. Morante ayudó a recomponer la taleguilla de Rivera, que salió del trance con la pierna llena de cardenales. Tras brindar a su hija, lidió con la muleta a un toro importante, encastado y bravo, que tuvo emoción y mucho que torear. Destacó alguna serie al natural y fue premiado con las dos orejas tras matar de una estocada.
Paquirri emborronó con los aceros la faena de su regreso a los ruedos. Anduvo solvente, resuelto y fácil ante un animal de Victoriano del Río al que le faltó un punto mayor de entrega pero que, sin embargo, se dejó bastante por el pitón derecho. No acusó con los engaños la falta de actividad el torero, que decidió no banderillear a pesar de la petición del público.
El tercero, de bonitas hechuras, tuvo clase pero justa duración en el último tercio. Morante, que armó un lío con el capote -de salida a la verónica y en un quite por delantales-, también dejó su perfume con la muleta. Bajo los sones de “Suspiros de España” dejó dos series diestras plenas de temple y gusto. Faena con sabor, repleta de detalles preciosos durante toda la lidia. Mató el sevillano de media estocada tendida y un golpe de descabello y saludó la ovación del público.
El sexto, de embestida rebrincada, no terminó de romper para adelante y repuso sus embestidas. Morante, aun así, logró torear con ritmo y suavidad, pero el toro no quiso. Se inventó una faena con destellos extraordinarios. Mató de un espadazo y cogió la puntilla, si bien desistió de utilizarla tras fallar en tres ocasiones.
Olivenza (Badajoz). Domingo, 08 de marzo de 2015. Toros de Domingo Hernández (1º), sin fuerza, y Victoriano del Río, de escaso juego en líneas generales salvo el 5º, bravo y encastado. Enrique Ponce: Palmas y dos orejas. Paquirri: Silencio y dos orejas; Morante de la Puebla: Ovación con saludos tras leve petición y ovación con saludos tras aviso. Entrada: Lleno de “No hay billetes”. Al terminar el paseíllo, el público sacó a saludar a Rivera Ordóñez “Paquirri”, que volvía a los ruedos tras dos temporadas retirado.
