Alrededor de 2.500 aficionados pisaron ayer el ruedo de la Maestranza de Sevilla con la intención de participar en la segunda jornada del Taller de Tauromaquia puesto en marcha por la empresa Pagés. Público de todas las edades llenó el ruedo maestrante en esta iniciativa que ha vuelto a hacer las delicias todos cuantos han participado. En esta ocasión, el ruedo se acotó con unos setos para delimitar las distintas zonas del taller: capote, suerte de picar -con dos caballos de la cuadra que interviene en los festejos en esta plaza-, banderillas y muleta y suerte de matar. De este modo, el desarrollo de esta actividad fue más ordenado y nadie se fue de la plaza sin coger un capote o una muleta e incluso montarse en un caballo de picar.
A la cita acudieron algunos matadores de toros que harán el paseíllo en esta Feria de Abril, entre ellos Manuel Escribano, los hermanos Javier y Borja Jiménez y Antonio Nazaré, además de Dávila Miura, que a la sazón es coordinador de esta actividad con el Club de Aficionados Prácticos y que valoraba muy positivamente la experiencia: “Es una maravilla ver que hay más gente que el año pasado, lo que quiere decir que el público no vino por la novedad, sino que ahora repite porque les gustó la experiencia de poder torear de salón en este templo del toreo que es la Maestranza”.
