La de Fuente Ymbro fue una magnífica corrida, de las que pueden poner a tres toreros en cortijo y Mercedes Benz último modelo. Hacían falta muchos bemoles para enfrentarse a los de Fuente Ymbro.
Segunda de la Feria de Abril de Sevilla. Y emoción, en los tendidos. Y es que hacían falta muchos bemoles para enfrentarse a los de Fuente Ymbro. Un cuarto para enmarcarlo como ejemplo de lo que debe ser un toro bravo y encastado, ¡qué gloria de toro!; un quinto que derramaba nobleza y calidad sobre el rubio albero de La Maestranza y un sexto que con un poco más de fuerza podría haber sido de triunfo grande. Los otros tres, con las dificultades que presentan para toreros poco placeados los toros bravos y encastados. En fin, una magnífica corrida de las que pueden poner a tres toreros en cortijo y Mercedes Benz último modelo.
Nazaré se esforzó y tuvo momentos de profundidad y entrega con el susodicho cuarto. Su primero exigía ochenta corridas al coleto para resolver la papeleta. Saldívar, con el primero de su lote anduvo queriendo mucho pero no hubo entre toro y torero todo el entendimiento que exigía un toro bravo y de calidad, y con el quinto, que, como he dicho antes, derramaba agua bendita, el “manito” estuvo demasiado frío. Jiménez luchó como un galeote con su lote y rozó un triunfo que perdió con la espada. Soñará muchas noches con esta sevillana tarde.
Nota bene.- Hoy no ha llovido y la tarde era agradable aunque un poco ventosilla. Una tarde típica de primavera. Pues bien, la gente también se quedó en su casa. Y es que en una Feria de Abril no pueden faltar las figuras. Y si un empresario no es capaz de llevarlas a ese templo del toreo que es La Maestranza, y en primavera, es que se ha equivocado de oficio.
