FERIA DE SAN ISIDRO

Madurez, arrojo y corazón de Gonzalo Caballero en Madrid

El madrileño, volteado en dos ocasiones, entró a matar sin muleta y cortó la única oreja de una novillada de El Parralejo de buena condición
Íñigo Crespo
lunes 11 de mayo de 2015

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE FRAN JIMÉNEZ

VÍDEO RESUMEN DEL FESTEJO

PARTE DE CABALLERO: “Contusiones y erosiones múltiples”

LA OPINIÓN DE PACO MORA: “Petición auditiva ignorada”

Fotos: FRAN JIMÉNEZ

El desgarrador esfuerzo de Caballero ante el cuarto fue premiado con una oreja. Fue éste un novillo bueno, con nobleza, fijeza y bondad, ante el que realizó una faena de mucho carácter y notable oficio. Su labor fue recibida con cierta frialdad en los primeros compases, pero luego, metido entre los pitones, sí caló más en el respetable. Cobró una voltereta al pasárselo por detrás en un muletazo pero, valentísimo y queriendo mucho, se levantó para entrar a matar sin muleta. Dejó una estocada arriba, de la que salió volteado, y hubo de emplear en dos ocasiones el verduguillo. El trofeo fue injustamente protestado por cierto sector de público. Tras pasearlo, Caballero entró por su propio pie en la enfermería para ser examinado.

Abrió plaza un novillo noble y manejable, con la fuerza medida pero con calidad. Gonzalo Caballero instrumentó una faena de menos a más, destacando por su facilidad, oficio y soltura. Toreó con mucha limpieza y llegó a los tendidos especialmente en un final de faena compuesto por un par de tandas -una por cada pitón- que tuvieron ligazón y buen trazo, además de una serie de luquecinas y otra de ajustadas bernadinas. Mató de estocada, se le pidió la oreja y saludó tras pedírsele una oreja.

El segundo fue un novillo bravo, bueno, con clase y humillación, ovacionado con fuerza en el arrastre. La faena de Fernando Rey -brindada al Dr. Máximo García Padrós- fue de de más a menos. Destacó una tanda de apertura de muletazos genuflexos y otra inmediatamente después por el pitón derecho, toreando despacio y ligado. Sin embargo, de ahí al final hubo muchos muletazos pero con menos reunión. No tuvieron las siguientes series el mismo tono de las dos iniciales. Mató de pinchazo y estocada y saludó la ovación del público.

El quinto fue un astado noble, con movilidad, que dejó estar pero que llevó la cara alta. A la faena de Rey le faltó estructura. Dio muchos muletazos, incluso llegó a estar a gusto, pero su labor nunca tomó vuelo. Lo mejor fue la buena estocada con la que finiquitó a la res.

Francisco José Espada fue silenciado tras lidiar al tercero, un utrero noblón, manejable, aunque de embestida más irregular y de menor entrega que sus dos primeros hermanos. Espada ejecutó una faena larga, de muchos muletazos pero intrascendente. Mató de estocada desprendida.

El sexto tuvo un buen pitón derecho pero por el izquierdo resultó más pegajoso y áspero. Espada logró estimables pasajes sueltos, pero a la faena le faltó mayor remate. Se le vio suelto, con oficio y cuajando muletazos buenos en algunas series, rematando su actuación de pinchazo hondo, estocada y dos descabellos.

Madrid, 11 de mayo de 2015. Cuarta de San Isidro. Seis novillos de El Parralejo. Bien presentados, bien hechos, parejos, astifinos y en general de buena condición. Destacaron 2º -el mejor de todos-, 4º y 6º por el pitón derecho. Manejable aunque justo de fuerza el 1º. De menos entrega 3º y 5º. La ganadería tomaba antigüedad en Madrid. Gonzalo Caballero, saludos tras petición y oreja tras aviso con protestas; Fernando Rey, que debutaba en Las Ventas, ovación con saludos y silencio tras aviso; y Francisco José Espada, silencio en su lote. Entrada: Menos de tres cuartos. PARTE FACULTATIVO DE GONZALO CABALLERO.- “Contusiones y erosiones múltiples. Pronóstico reservado que le impide continuar la lidia”.

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