Diego Ventura estaba feliz tras conseguir su duodécima puerta grande en Las Ventas en una tarde en la que se le pidió el rabo para la faena al quinto. Tras esa labor declaraba a los micrófonos de Canal Plus Toros: “Es una pena, porque ha estado muy cerca el rabo y hubiera sido histórico. Es la recompensa al esfuerzo, al trabajo y al buscar lo mejor de mí. Mientras haya un niño que sueñe, esto no tendrá techo. Esta noche cuando me acueste… bueno, no me voy a acostar. Hoy me voy a emborrachar…”. Ya había cuajado una gran faena a su primero. “Estoy feliz de cómo he cuajado al toro. Yo he estado pocas veces así en Madrid. Es una pena lo del rejón, pero Madrid es complicado para matar con la pendiente que tiene la plaza, pero bueno, no son excusas. En este momento de mi carrera ya busco emocionar más que las orejas”, confesaba.
El primero que certificó su salida a hombros, en su caso por segundo año consecutivo, fue Sergio Galán que cortó una oreja de cada toro. De su primero decía: “La faena ha sido más técnica que lucida, porque el toro siempre se quiso rajar, pero es muy importante para mí haber sido capaz de sobreponerme a esa complicación y haberlo aprovechado. El toro estaba gordo, pero cuando venía, lo hacía de verdad, y eso le daba importancia a lo que se le hacía”. Del cuarto aseguraba “Me sorprendió que devolvieran el toro porque tenía mucha calidad, el toro que uno sueña que te salga en Madrid, pero al final he podido estar a gran nivel con el sobrero y ahora mismo estoy feliz. Venir dos tardes a Madrid es lo que luchamos todos, pero luego hay que demostrar este nivel”.
Satisfecho también estaba Leonardo Hernández: “La puerta grande de Madrid siempre es importante y lo que uno busca. Estoy muy contento por mi actuación con dos toros que no han sido todo lo buenos que me hubiera gustado”.
