MADRID.- FERIA DE SAN ISIDRO

Madurez y capacidad de Espada en tarde accidentada

Oreja y vuelta al ruedo para el novillero de Fuenlabrada, que por percance de Martín Escudero y Joaquín Galdós tuvo que estoquear los seis novillos del festejo haciéndolo con autoridad, criterio y suficiencia
Íñigo Crespo
lunes 25 de mayo de 2015

Palizones a Martín Escudero y Joaquín Galdós: ambos conmocionados y enviados a un centro hospitalario. Deslucidos y de exigente comportamiento, los utreros obligaron a Espada a hacer un esfuerzo añadido.

Escudero, “traumatismo craneoencefálico con pérdida de conocimiento y conmoción cerebral” (PARTE)

Galdós, “traumatismo craneoencefálico con pérdida de consciencia” (PARTE)

FOTOS DE JAVIER ARROYO DEL FESTEJO

VÍDEO RESUMEN DEL FESTEJO

LA OPINIÓN DE PACO MORA: “Tarde de rompe y rasga”

Fotos: JAVIER ARROYO

Una decisión antireglamentaria del presidente del festejo en Las Ventas impidió que Francisco José Espada saliera a hombros por la puerta grande de la Monumental madrileña. Esfuerzo tremendo del espada de Fuenlabrada, que hubo de estoquear a los seis novillos jugados después de que el primero mandara a la enfermería a Martín Escudero, que abría cartel, y el tercero hiciera lo propio con Joaquín Galdós, que lo completaba. Dura prueba para el joven espada, que la superó con autoridad, criterio y suficiencia. Junto a la equivocada decisión del palco, el mal uso de los aceros en el sexto también impidió que Espada terminara en volandas.

David Martín Escudero fue cogido por el primer novillo del festejo, un astado de El Montecillo que embistió descompuesto y con mucho genio y le volteó con tremenda saña cuando toreaba al natural. El torero, firme en el inicio de faena, fue alcanzado de lleno, cayendo de mala manera y quedando inconsciente fruto del golpe contra el suelo. El de Galapagar no resultó herido, pero sí sufrió una fuerte conmoción por la que el doctor Máximo García Padrós -cirujano jefe de la enfermería de Las Ventas- ordenó su traslado a un centro hospitalario para ser sometido a un exhaustivo examen radiológico. Francisco José Espada se encargó de finiquitar al deslucido y bruto utrero.

El segundo fue un remiendo de Dolores Rufino Martín con movilidad pero sin empuje ni clase. Embistió con la cara alta. Espada, dispuesto y firme, se fue a portagayola y ejecutó después una labor de menos a más, en la que de mitad de faena en adelante cogió la media altura del novillo y, enfibrado, logró templarle y dar algunas series compuestas. Mató de estocada y tres descabellos y saludó la ovación del público.

El tercero volteó de salida durante el saludo capotero al debutante Joaquín Galdós. Cayó sobre el cuello, de muy fea manera, siendo trasladado inerte a la enfermería. Como Martín Escudero, no resultó herido, pero la posible lesión en el cuello obligó a los galenos a obrar con prudencia y derivar al torero a un centro hospitalario para ser examinado. Espada, que se quedó de esta forma como único espada, bregó con un novillo que resultó complicado porque medía siempre con la cara alta. Firme, sólido y exponiendo, la labor de Espada fue fundamentalmente valiente. Mató con diligencia antes de ser silenciado.

Espada le cortó una oreja al cuarto, un novillo manso, que saltó al callejón y embistió siempre descompuesto y sin entrega. Fue manejable pero sin rebosarse nunca en sus embestidas y marcando siempre sus querencias hacia adentro. Espada estuvo todo lo entregado que no era el novillo: se fue a portagayola, inició con buenos muletazos por bajo y trató siempre de templar al astado y sujetarlo. Le cogió bien la altura al animal, destacando una buena serie sobre la mano izquierda en la que dio todas las ventajas al utrero. Exprimió con muy buena actitud el escaso fondo de su enemigo y mató de una estocada casi entera.

Exigente, con movilidad, sin irse de los vuelos, con un fondo de mansedumbre y sin clase. Así fue el quinto, con el que Espada anduvo francamente bien. Brindó al público y se mostró decidido desde el principio, protagonizando un inicio de faena muy garboso. Centrado y templado con él, hubo un final de faena por el pitón derecho asentado y tirando bien del animal en series reunidas. Dominó la escena y al animal, matando de una estocada desprendida. Hubo una fuerte y mayoritaria petición de oreja que el presidente no quiso atender, formándose una bronca monumental por ello. Espada dio la vuelta al ruedo.

El sexto, otro remiendo de Dolores Rufino Martín, fue a menos en su comportamiento. Comenzó con movilidad y prontitud aunque sin descolgar, pero en el último tramo de su lidia comenzó a protestar y a defenderse quedándose corto. Espada volvió a hacer el esfuerzo, ofreciendo todo un alarde de entereza. Se vació el novillero, dejándose en el ruedo hasta su último aliento. Tras brindar a Padrós, aprovechó al principio la inercia del galope del utrero en muletazos de mucha limpieza por el pitón derecho. Luego, el final de faena, con el novillo ya parado, tuvo tensión por las cercanías que pisó Espada. Tenía la oreja cortada pero falló con la espada y se atascó con el descabello. Todo quedó en una ovación con saludos tras aviso.

Madrid, 25 de mayo de 2015. Cuatro novillos de El Montecillo y dos remiendos (2º y 6º) de Dolores Rufino Martín. Bien presentados y deslucidos en general. 4º y 5º, los de mayor movilidad pero sin clase. Los de Rufino, el 2º deslucido, sin clase y con la cara alta; y el 6º a menos y descompuesto. Martín Escudero, que debutaba en Madrid, lesionado; Francisco José Espada, silencio en el que mató por Espada, ovación con saludos, silencio en el que mató por Galdós, oreja, vuelta al ruedo tras fuerte petición de oreja y aviso y ovación con saludos tras aviso; y Joaquín Galdós, que debutaba en Madrid, lesionado. Entrada: Tres cuartos. Saludaron Antoñares y Víctor Pérez en el 4º y Raúl Adrada en el 6º, en el que destacó lidiando José Daniel Ruano. Al término del paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del matador de toros salmantino fallecido Agapito Sánchez Bejarano.

PARTE FACULTATIVO DE MARTÍN ESCUDERO.“Traumatismo craneoencefálico con pérdida de conocimiento y conmoción cerebral en observación. Pronostico reservado”.

PARTE FACULTATIVO DE JOAQUÍN GALDÓS.“Traumatismo craneoencefálico con pérdida de consciencia. Pronóstico reservado que le impide continuar la lidia”.

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