MADRID

Gusta Alejandro Marcos

Vuelta al ruedo tras petición para el salmantino, que cala en Las Ventas por su concepto del toreo
Aleyda Baz
domingo 28 de junio de 2015

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE ÁLVARO MARCOS

FOTOS DE LA COGIDA A MARIO DIÉGUEZ

Fotos: ÁLVARO MARCOS

Silencio fue el resultado de Mario Diéguez tras lidiar al primero de Gabriel Rojas en Las Ventas, un ejemplar que salió muy suelto, saltando incluso al callejón. El sevillano brindó su labor al público y al cielo y logró los mejores pasajes por el derecho. Pero el novillo, a pesar de transmitir al principio, duró poco, se fue apagando y se quedaba corto. En una de sus medias embestidas vio a Diéguez y le levantó los pies del suelo rompiéndole la banda, sin más consecuencias aparentes. Tras intentarlo sin éxito por el izquierdo, no estuvo acertado con los aceros.

Justo de fuerzas, con poca transmisión pero noble fue el cuarto. Un novillo que pedía una lidia muy cuidada, sin tirones. Y Mario Diéguez se la ofreció corriendo bien la mano para lograr derechazos y naturales templados que despertaron Madrid a partir de la tercera tanda. La parte negativa fue una voltereta que le propinó una herida en el glúteo derecho. Aguantó la lidia, mató de dos pinchazos y un descabello pero tras recibir la ovación con saludos pasó a la enfermería.

Valor y actitud tuvo que demostrar Alberto Escudero en el segundo, que servía para presentarse en Madrid. El salmantino inició su labor con unos doblones en el tercio para sacar a los medios a un animal encastado, que pedía mucho mando, y se revolvía con facilidad. En uno de esos giros le rompió la taleguilla por la zona del glúteo derecho. El novillero puso todo de su parte para lograr sacar todo el partido del animal, pero ya era en las últimas tandas cuando lo logró de verdad. Mató de una estocada tendida y trasera y escuchó palmas.

Escudero brindó al público de nuevo la labor del quinto tras un muy buen tercio de varas de Pedro Iturralde, que fue ovacionado. En la muleta, el novillo desarrolló una embestida rebrincada, con genio, quedándose parado y mirón. Al igual que en el segundo, intachable la actitud del salmantino, que quiso sacar agua de un pozo casi seco. Tanto es así que sonó el aviso antes de coger la espada. Luego, mató de un pinchazo y una muy buena estocada.

Vuelta tras petición hubo para Alejandro Marcos en el tercero. Tras un muy buen quite por verónicas a pies juntos, el salmantino mostró con la muleta un muy buen concepto del toreo: siempre de frente, citando con el pecho, bien colocado, con la pierna adelantada y mano baja. Lástima que delante tuviera un ejemplar flojo, que se quedaba corto y que ni se planteaba embestir. Ni siquiera para recibir la estocada, que la propinó con un buen volapié en la misma yema. La petición, mayoritaria; la concesión, nula. Bronca al palco.

Si en el tercero fue la falta de fuerzas, en el sexto fue el exceso de genio lo que definió al novillo. Así, Alejandro Marcos volvió a imponer su toreo pero esta vez ante un ejemplar complicado, rebrincado. Muy por encima estuvo el salmantino, que destacó en los doblones del principio para someter al animal (buen planteamiento) y con remates por abajo, principalmente al final de la faena. Pero en general, caló la idea del toreo de Marcos. Lástima que emborronara su labor con dos pinchazos y varios descabellos.

Madrid, 28 de junio de 2015. Novillos de Gabriel Rojas. 1º, a menos; 2º, encastado; 3º, flojo; 4º, noble; 5º y 6º, con genio. Mario Diéguez, silencio tras aviso y ovación con saludos tras aviso; Alberto Escudero, que se presenta en Las Ventas, palmas y silencio tras aviso; y Alejandro Marcos, vuelta tras petición y silencio. Entrada: Un cuarto.

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