En Almería se anuncia un mano a mano de los de antaño. Ruiz Manuel y Torres Jerez, los dos de la tierra, los dos torean poco, existe entre ellos una rivalidad rayana en lo obsceno y ambos tienen partidarios y detractores, pero no de tres al cuarto sino de broncas…
En los últimos tiempos veíamos evaporarse imparablemente el interés de los mano a mano, porque ya no son como los de toda la vida. Los que se vienen celebrando carecen del más mínimo interés. Por mucho que los empresarios quieran inventar rivalidades inexistentes, estilos distintos o vaya usted a saber qué, las corridas de dos, con toreros que siguen dándose abrazos y besos en el patio de caballos no emocionan a nadie. Antes había tensiones, envidias sanas y claramente insanas y broncas gordas… léase Paco Camino y Palomo Linares, Manzanares y El Soro y esas rivalidades de siempre que tenían como protagonista al gran Ordóñez o a su cuñado Luis Miguel que se erigió como número uno para cabreo de otros compañeros.
Recordemos (los mas viejos, claro) el espontáneo salto de Miguelín en el toro de El Cordobés en Madrid… tras aquello Pepe Belmonte, apoderado del de Algeciras y empresario de la Plaza de Las Palomas, captó rápidamente la idea y una vez ocurrido el suceso preparó un mano a mano Cordobés – Miguelín en la tierra del segundo. Eso es cintura empresarial, inventiva… la que ahora, aunque un poco tarde, han tenido los Chopera.
Presentada la Feria de la Virgen del Mar en Almería se anuncia un mano a mano de los de antaño. Ruiz Manuel – Torres Jerez, los dos de la tierra, los dos torean poco, existe entre ellos una rivalidad rayana en lo obsceno y ambos tienen partidarios y detractores, pero no de tres al cuarto sino de broncas… como la que se produjo el pasado año en la que hubo hasta sesión de boxeo en la grada de la plaza almeriense. No quiero decir con esto que fomentemos la violencia, ni mucho menos, pero a modo de Presidente de club futbolero ante un gran derbi pediré deportividad pero también mucha rivalidad.
Algunos años llevaba sin verlo la Empresa Chopera, dejando fuera de las últimas ferias a Torres Jerez y parodiando a Pilatos ofreció al pueblo o Jesús o Barrabás cuando realmente lo interesante para empresa y aficionados eran los dos juntos.
Ahora los empresarios vascos han visto la luz y anuncian un mano a mano de los de siempre y sin crucifixión… Que gane el mejor.
