FERIA DE SAN FERMÍN

De principio a fin, López Simón

Tres orejas para el madrileño, que causa sensación en Pamplona
Redacción APLAUSOS
martes 07 de julio de 2015

FOTOS DE JAVIER ARROYO DEL FESTEJO

VÍDEO RESUMEN DEL FESTEJO

LA OPINIÓN DE PACO MORA: “¡¡Chupinazo!!”

Fotos: JAVIER ARROYO

Alberto López Simón cortó una oreja del tercero en Pamplona tras una faena plena de disposición, entrega, ambición, valor y quietud. Abrió faena el madrileño por estatuarios en una clara declaración de intenciones y a partir de ahí supo correr la mano con templanza y buen trazo. Sobre la diestra hubo una serie notable. Toda ligada en un palmo de terreno. La planta asentada, la seguridad, el aplomo y la personalidad en los remates. Buscó el triunfo con una serie rodillas en tierra que calentó a los tendidos y en la que estuvo cerca de ser cogido. Una serie de bernadinas finales y una estocada caída pusieron fin a su labor. Se le pidieron con fuerza las dos orejas que el palco dejó en una.

Firmeza, convicción, decisión, seguridad, frescura de ideas… muchas fueron las virtudes exhibidas por López Simón ante el sexto, un toro noble pero sin entrega ante el que enterró las zapatillas y puso absolutamente todo. Con determinación, templanza y sentido de la medida, volvió a adueñarse del toro y de la situación en una labor de gran importancia. Muy puro y muy bien hecho todo. Mató de una estocada entera de efecto fulminante y paseó, esta vez sí, las dos orejas. Tres en total y merecida puerta grande para el de Barajas, primer gran triunfador de San Fermín.

Aquerenciado de salida el primero, embistió descoordinado y con las manos por delante. Se movió en el segundo tercio y Juan José Padilla lo banderilleó con facilidad. La faena, brindada al público, no pasó de la corrección frente a un animal descastado, informal, sin transmisión y deslucido. Mató de una estocada entera y algo caída y fue silenciado.

El cuarto fue el toro más deslucido de la corrida hasta el momento de su lidia. Juan José Padilla, que lo recibió con una larga cambiada en el tercio, desistió de tomar los palos ante un ejemplar que siempre se quedó muy corto y probó a la hora de tomar los engaños. El tesón del jerezano no fue suficiente en una faena larga que culminó de pinchazo, dos medias y un golpe de descabello.

Al burraco que hizo segundo, del hierro de Vegahermosa, lo cuidaron en el primer tercio y llegó al último moviéndose pero con la cara alta y sin entregarse. Aun así tuvo bondad y nobleza el jandilla y le faltó a Pepe Moral cogerle la altura y el ritmo al toro. Demasiados enganchones en una labor de largo metraje en la que hubo pasajes sueltos estimables pero sin redondear. Anduvo mal con los aceros y le sonaron los dos avisos.

Con media estocada arriba concluyó Pepe Moral la lidia al quinto, cuya muerte brindó a su compañero Saúl Jiménez Fortes. Plana resultó la faena del sevillano, que puso tesón y acabó metido entre los pitones de un astado al que le faltó clase y recorrido. Fue silenciado tras sonar un aviso.

Pamplona, martes 7 de julio de 2015. Toros de Jandilla y Vegahermosa (2º y 6º). Bien aunque desigualmente presentados y de juego dispar. Los mejores, 3º y 2º. Juan José Padilla, silencio y silencio tras aviso; Pepe Moral, silencio tras dos avisos y silencio tras aviso; López Simón, oreja con fuerte petición de la segunda y dos orejas. Entrada: Lleno de “No hay billetes”. El público de Pamplona tributó una sonora pitada al alcalde de la ciudad, Joseba Asirón (Bildu), que presidió la corrida. Destacó bregando al tercero Vicente Osuna y picando al sexto Tito Sandoval.

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