LA LÍNEA DE LA CONCEPCIÓN

La entrega de Paquirri, la torería de Morante y la personalidad de Talavante

La terna abre la puerta grande tras repartirse ocho orejas de una noble corrida de Zalduendo
Luis Rivas
domingo 26 de julio de 2015

VÍDEO RESUMEN DEL FESTEJO

Noble y manejable fue el primero de Paquirri, aunque desarrolló sosería en sus embestidas y le faltó la transmisión para llegar arriba. Francisco Rivera “Paquirri” anduvo breve con el toro, en una faena de más voluntad que brillo en la que todo lo tuvo que poner el torero. Con una larga cambiada saludó al cuarto, al que banderilleó con facilidad. Instrumentó un trasteo limpio, pulcro, iniciado sentado en el estribo, y que tuvo más profundidad que en su anterior. Mató de una buena estocada y paseó las dos orejas.

Morante de la Puebla cortó las dos orejas del segundo, un toro bajo de raza ante el que el sevillano instrumentó una labor muy torera desde las mecidas verónicas de salida ganando terreno pasando por una faena de muleta presidida por la expresión y el buen gusto. Dos tandas al natural, con relajo, ligazón y cadencia, fueron preciosas. Exprimió al toro. Hubo momentos también para la inspiración. Mató de una estocada y un golpe de descabello y se aseguró la puerta grande. Cortó una oreja del quinto tras una faena paciente frente a un animal que se rajó. Poco a poco fue haciendo al toro, reposado, dejando detalles de su personal torería. Por encima de su oponente, sacó todo lo que tuvo el animal. Remató su actuación de dos pinchazos y una estocada.

Alejandro Talavante cuajó ante el tercero una faena sensacional. Fue éste un zalduendo bueno, con movilidad y clase, y el extremeño le instrumentó una labor llena de personalidad, distinción y expresión. Labor a más, que fue adquiriendo relieve a medida que avanzaba. Extraordinario su toreo al natural, templado, ligado, de figura erguida. La faena alcanzó su punto álgido en una serie de una docena de muletazos sin enmendar la plaza. Cerró por bernadinas ajustadas, cobrando una estocada. Tardó en doblar el toro, tanto que sonaron dos avisos y cuando lo hacía el tercero, dobló las manos. Se pidieron con fuerza las dos orejas que el palco dejó en una.

Muy decidido como a lo largo de toda la tarde salió ante el sexto, al que saludó por verónicas a pies juntos. Muy asentado, atalonado, firme, fácil… abrió faena por estatuarios. Imprimió el extremeño a su faena la personalidad y el clasicismo de su toreo. Templados los muletazos frente a un animal que acabó viniéndose a menos. Dos orejas.


La Línea de la Concepción
, domingo 26 de julio de 2015. Toros de Zalduendo, correctos pero desiguales de presentación. Nobles y manejables, de variado juego, los mejores tercero y cuarto. Paquirri, leves palmas y dos orejas; Morante de la Puebla, dos orejas y oreja; Alejandro Talavante, oreja con petición de la segunda tras tres avisos y dos orejas. Entrada: Tres cuartos de plaza.

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