FERIA DE JULIO

Manzanares y “Astusito”, triunfal encuentro en Valencia

Recordamos en vídeo la faena del alicantino al bravo toro de Cuvillo premiado con la vuelta al ruedo
Redacción APLAUSOS
lunes 27 de julio de 2015

Manzanares cuajó el pasado sábado una importante faena en Valencia. Fue ante “Astusito”, un bravo ejemplar de Núñez del Cuvillo premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre tras serle concedidas las dos orejas al alicantino. Manzanares fue premiado por el jurado de la Diputación con el trofeo a la mejor estocada por la cobrada como colofón a su labor y el pupilo de El Grullo, por su parte, fue reconocido con el premio al toro más bravo de la Feria de Julio.

Así narró José Luis Benlloch en el diario Las Provincias el emocionante encuentro entre Josemari y “Astusito”:

“El primero en cortar dos orejas fue Manzanares en el tercero. Buen toro además de interesante. Astusito se llamaba y tuvo sus rarezas, llamémosle así. Se arrancaba de lejos al caballo, partió el palo en una de ellas, arrolló a un banderillero, se pegó su voltereta, levantó una polvareda que hacía dudar si en realidad era bravo o sólo un fanfarrón con ganas de gresca. Pronto se deshizo la duda, era bravo. Fue quedarse sólo con Manzanares, sentir la templanza y templarse él. Además tuvo ritmo y fue obediente. Manzanares le correspondió con sinceridad y abundantes dosis de temple, todo bien trabado con sus pausas, su saber estar en la plaza, su torería, sus series medidas y sus remates cargados de torería.

La faena, que nunca se vino abajo, tuvo un hilo conductor de alto nivel y momentos deslumbrantes además de la estocada. Un pase se pecho de los de no acabar por ejemplo, lento, redondo, gustoso, diría que de tres oles. Y hubo un cambio de mano del mismo rango, de los que hacen crujir una plaza, justo como crujió la de Valencia y una dosantina que por esta vez dejó su clasificación de toreo accesorio para elevar su graduación al territorio de lo fundamental. La estocada a cámara lenta fue el broche final a un trasteo de los que ganan adictos. Dos pañuelos blancos y uno azul afloraron de golpe sobre la balaustrada presidencial, para qué andarse con remilgos, hicieron justicia al toro y al torero. De la misma manera que no sería justo obviar dos monumentales pares de banderillas de Curro Javier, exactamente de los que merecen ser valencianos”.

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