Fotos: JAVIER ARROYO y las-ventas.com
En la novillada de ayer en Madrid comenzaron a ponerse en práctica algunas de las medidas acordadas en la reunión celebrada hace unas semanas con todas las partes implicadas en el espectáculo taurino en Las Ventas. Así, el torilero de la Monumental cambió de atuendo, pasando de vestir de luces a vestir de corto igual que sucedió con los “chulos de banderillas”; y, por otra parte, los picadores aparecieron directamente al ruedo desde el acceso entre el 7 y el 8, es decir, la puerta grande. La primera medida es meramente de imagen, tomada con la finalidad de dar seriedad al coso y categoría a los que significa vestirse de torero -algo exclusivo a los que se ponen delante del animal-, pero la segunda sirvió para agilizar el desarrollo del espectáculo, evitar los tiempos muertos durante la lidia y ahorrar capotazos a los animales.
La empresa Taurodelta fue la que convocó el encuentro entre los medios de comunicación, la autoridad y los distintos profesionales del toro con la finalidad de debatir y estudiar medidas que potencien la agilidad y el mejor desarrollo de los festejos en el coso de la calle de Alcalá.
