Castella, que completaba la terna, perdió con la espada otro trofeo del sexto, con el que lució toreando al natural.
GALERÍA FOTOGRÁFICA DE JAVIER ARROYO
Fotos: JAVIER ARROYO
El primero fue un toro noble pero sin fuerzas de Luis Algarra. Lo más lucido de la actuación de Paquirri llegó en el segundo tercio. En la muleta, Francisco Rivera trató de mantener en pie al toro que fue un quiero y no puedo. Mató de una estocada desprendida y fue silenciado. Su segundo, un toro noble pero bajo de raza se aplomó muy pronto. Decidido Paquirri, lo recibió con una larga de rodillas antes de una faena en la que instrumentó muchos muletazos en la corta distancia. Hubo desplantes y tras estoquearlo con prontitud, paseó una oreja.
El Fandi sorteó por delante un buen toro -al que dejó sin picar-, a más durante la lidia y al que le dio muchas ventajas. El algarra sacó fondo, clase e intensidad en su embestida. A placer lo toreó el granadino, primero en un quite por lopecinas, después en tres pares de banderillas que pusieron a la gente en pie, y por último con una faena, basada en el pitón derecho, ligada, fácil, con continuidad, limpieza y buen trazo. Mató de una estocada, pidiéndose con fuerza las dos orejas que el palco dejó en una. El quinto tuvo las virtudes de la fijeza y la prontitud pero le faltaron las fuerzas. El granadino instrumentó una lidia favorable al toro, potenciando esas virtudes para cuajar una faena a base de entrega, recursos y facilidad. Un metisaca previo a la estocada deslució su actuación.
La faena de Sebastián Castella al tercero mereció mayor premio. Fue éste un toro sin clase y nada fácil y ante él, el diestro galo anduvo con mucha actitud en una labor plena de seguridad y tenacidad. A partir de la actitud, metió al toro en la muleta y acabó por dominarlo. No fue faena de exquisiteces pero sí en la que encontró toro en todas partes. El sexto fue un toro que sacó nobleza. No tuvo mucha raza pero sí clase y humillación. Castella anduvo bien con él, sobre todo por el pitón izquierdo, por donde ligó despacio naturales de buen trazo. Manejó al de Algarra sin tirones, sin prisas y con la mente muy despierta. No cortó oreja porque falló con la espada y todo quedó en una ovación que saludó desde el tercio tras sonar un aviso.
Vitoria, jueves 6 de agosto de 2015. Toros de Luis Algarra, bien presentados, variados de hechuras y pelos y manejables en conjunto. Corrida noble, justa de fuerza y de raza pero manejable. Destacaron el 2º, de bueno y bravo fondo, y el 6º, con clase por el pitón izquierdo. Se paró el 4º. Sacó movilidad el 3º. Y el más deslucido fue el 1º. Francisco Rivera “Paquirri”, silencio y oreja; El Fandi, oreja con fuerte petición de la segunda y ovación con saludos tras leve petición; Sebastián Castella, silencio tras leve petición y saludos tras aviso. Entrada: Un cuarto de plaza.
