Filiberto paseó una oreja del tercero tras sobreponerse a una fea voltereta y a las condiciones del novillo.
Filiberto emborronó con la espada una buena labor al torrestrella que abrió plaza, un utrero bien hecho y de buena condición, con galope y notable son. El único defecto que tuvo el novillo fue la nula humillación. El murciano aprovechó la movilidad de su oponente, especialmente en series en redondo largas y muy templadas. Firme Filiberto. Antes, ya había mostrado su buen manejo del capote en el saludo a la verónica y un quite por chicuelinas. Emborronó su actuación por el mal uso de la espada.
Se mostró por encima de las condiciones del tercero, un novillo que nunca fue metido en los vuelos de la muleta y que tuvo una movilidad engañosa. Con firmeza supo llevar embebido y muy tapado a su oponente, gobernando la embestida con autoridad. Exigente el utrero, en un descuido prendió al murciano de forma aparatosa en una voltereta muy fea, sin consecuencias aparantemente. Coronó su faena -brindada con anterioridad al banderillero Domingo Navarro- de una estocada al segundo intento y paseó una oreja.
Ginés Marín sorteó por delante un novillo con calidad y nobleza pero con las fuerzas justas y que llegó aplomado a la muleta. Lo mejor de la actuación del jerezano llegó en los primeros tercios, recibiendo al novillo con una larga cambiada y toreando muy bien a la verónica, con la mano baja y a compás. Vistoso el quite por lopecinas, rematado de un afarolado. Se lució con los rehiletes Javier Ambel, obligado a saludar. La faena, brindada al ganadero Álvaro Domecq, ante un novillo cogido por alfileres, estuvo presidida por el temple antes de rematar de una muy buena estocada.
Un nuevo trofeo sumó del que cerró plaza ante el que el jerezano tuvo que poner todo lo que le faltaba al novillo que acusó su falta de raza y muy corto recorrido. Aplomado el utrero, le buscó las vueltas Ginés Marín en una labor en la que nunca se aburrió y en la que su disposición y una certera estocada le valieron para abrir la puerta grande.
Algemesí, viernes 25 de septiembre de 2015. Novillos de Torrestrella, muy bien presentados, nobles y manejables en distintos grados. El mejor, el primero, ovacionado en el arrastre. Filiberto, palmas tras aviso y oreja; Ginés Marín, oreja con petición de la segunda y oreja. Entrada: Lleno. Saludó en banderillas Javier Ambel en el segundo de la tarde.
