Paco Ureña viaja ya para Sevilla después de que anoche fuera revisado por el Dr. Máximo García Padrós en la clínica San Francisco de Asís en Madrid. Según ha contado el propio torero a este medio, el galeno -cirujano jefe de Las Ventas- le dijo que tenía el gemelo muy hinchado, con muchos coágulos, y que precisamente por eso no podía intervenirle porque podría producirse un sangrado abundante y no era conveniente. Además, Padrós diagnosticó también que Ureña tenía el codo dislocado. El médico ha aconsejado a Ureña permancer unos días en reposo para ver la evolución de las lesiones, sobre todo de las del gemelo. Por otro lado, esta semana se le intervendrá de la lesión de escafoides que ya venía arrastrando y que ya tenía programada.
Por otra parte, Ureña está feliz por el triunfo cosechado en Las Ventas: “Estoy muy contento, lógicamente las orejas son importantes y me habría encantado salir a hombros, pero me quité un peso de encima. Después de San Isidro sentía que necesitaba una tarde así en Madrid. Fui plenamente feliz, de las veces que he toreado roto de verdad. Hubo una tanda -la que acabé mirando al tendido- que cuando salí de la cara del toro sentí la felicidad completa”.
