La programación taurina de la Feria de Valencia (Venezuela) ha vuelto a ser suspendida por segundo año consecutivo. El empresario del coso, el matador de toros en activo Erick Cortés, ha anunciado la decisión amparándose en la “falta de toros aptos” a lidiar en el ruedo de El Palotal.
De este modo, nuevamente la que fue gran feria de la capital carabobeña se ve ensombrecida por la no realización del ciclo que era faro y vitrina de las grandes figuras del toreo que hacen campaña por suelo venezolano.
A pesar de todo, el espada tovareño Rafael Orellana, en su intento de reivindicar el toreo nacional, ha lanzado desde el Perú –donde se encuentra haciendo campaña- la apuesta de encerrarse en solitario o en mano a mano con los supuestos únicos toros que se encuentran aptos para lidiar en Valencia, del hierro de Tierra Blanca, hierro al que las llamadas figuras internacionales y nacionales desprecian. El espigado coleta de El Llano ha puesto en la mesa la decisión de no dejar en blanco la temporada taurina en la Plaza Monumental de Valencia, de la que se informa -por otro lado- que se encuentra en regulares condiciones tras pasar al cuido de colectivos bolivarianos, lo que ha servido para guarida de maleantes que han dejado sin servicio eléctrico el Parque Ferial, incluyendo la Plaza de Toros, que en su momento fue digna de admirar por su belleza arquitectónica.
