Campo Pequeno cierra su mejor temporada desde la reinauguración

Rui Bento: “Ha sido un año rotundo, la culminación de una década de trabajo”

"Se han hecho carteles buenos pero caros, sabiendo que la rentabilidad no iba a ser nunca a corto plazo sino a medio", afirma el gerente del coso
Íñigo Crespo
miércoles 04 de noviembre de 2015

El balance de la temporada 2015 en Campo Pequeno es espectacular a todos los niveles. Los datos muestran un incremento del abono en más de un cincuenta por ciento y una asistencia global de más de un ochenta por ciento, lo que supone más de seis puntos porcentuales con relación a ejercicios precedentes. El éxito va aparejado a un curso arrollador desde el punto de vista artístico. Un año donde se han consagrado como figuras en Portugal tres jóvenes -Joao Moura hijo, Joao Telles y Marcos Bastinhas- y donde el toreo a pie ha vuelto a tomar impulso gracias a una noche histórica protagonizada por El Juli.

Ha sido un año rotundo, la culminación de una década de trabajo”, sostiene Rui Bento, gerente del coso. “Los resultados han servido para fortalecer la plaza, para dar credibilidad a la programación y para acercar a un público joven y nuevo hasta Campo Pequeno. Since­ra­men­te, ha sido como un sueño, como saber que los esfuerzos y las ideas que se ponen en práctica van dando resultados y llegan a buen puerto”, subraya.

En cifras, Campo Pequeno ha visto como la asistencia global con relación a cursos precedentes ha aumentado de manera significativa. “Estamos hablando de un incremento de más de seis puntos porcentuales. Se ha subido de una media de 75 por ciento de asistencia a más de un 81”, explica Rui Bento, quien detalla que el éxito real de este balance no se encuentra en un día concreto sino en la ponderación de todo el abono: “La asistencia ha sido amplísima todos los días, ahí se encuentra el éxito. El cartel de “No hay billetes” únicamente se puso el 23 de julio con la corrida en la que se conmemoraba el centenario del grupo de forcados de Santarem, con la presencia de Pablo Hermos, que por vez primera abría cartel en Portugal, alternando con Moura hijo y Joao Telles. Pero el resto de espectáculos, han rozado el lleno, cosa que ha hecho que la plaza haya tenido una asistencia muy alta a lo largo de toda la temporada”.

En cualquier caso, aumentar un cincuenta por ciento el abono y superar la barrera del ochenta por ciento de asistencia por festejo, no se logra únicamente anunciando buenos carteles y abriendo una taquilla. “Nuestras campañas de comunicación se han salido del típico anuncio taurino porque hemos buscado canales no tradicionales de cara a buscar un público nuevo, un asistente de un perfil entre los 18 y los 30 años que era el que realmente buscábamos y el que hemos encontrado. Además, por vez primera en Lisboa hemos salido a la calle. Hemos impregnado nuestro mensaje en la sociedad e incluso de un modo muy atrevido sacamos a los chicos de la academia de toreo a torear a las calles, lo cual tuvo un impacto grande entre los turistas durante los meses de julio y agosto”.

El mano a mano entre Diego Ventura y El Juli fue uno de los acontecimientos de la temporada. Rui Bento lo recuerda así. “Ha sido un antes y un después para el toreo a pie en Portugal. El reto de El Juli de venir a Lisboa, enfrentarse a toros sin picar, banderillear uno de ellos y ofrecer la noche que dio, fue algo que ha impactado de tal manera en Portugal que el aficionado vuelve a estar interesado en las corridas mixtas y no solo en Lisboa sino en otras plazas del país. Lo de El Juli fue de una responsabilidad impresionante. Se entregó desde el primer instante y eso el público lo ha valorado. La salida a hombros fue épica, como no sucedía desde hace cincuenta o sesenta años. Tanto Juli como Ventura pusieron mucho de su parte para poder llevar a cabo ese cartel, como también lo hizo antes Pablo Hermoso al dejarse anunciar abriendo cartel con dos jóvenes como Joao Moura hijo y Joao Telles”.

Echando la vista atrás, los objetivos marcados diez años atrás se están cumpliendo. “La apuesta de la administración de Campo Pequeno ha sido por la calidad aun asumiendo riesgos y costes económicos. Se han hecho carteles buenos pero caros, sabiendo que la rentabilidad no iba a ser nunca a corto plazo sino a medio. Se ha buscado constantemente consolidar la imagen de Lisboa como escenario de grandes acontecimientos”.

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