Hagamos ver a los que por un escaño parlamentario están dispuestos a todo que no tenemos vocación de mártires. Que estamos decididos a luchar. Lucha en la que deben tomar parte activa también los toreros que encabezan los carteles de todas las ferias de España, Portugal, Francia y la América taurina
La Fiesta de los Toros no debe poner mansamente la cabeza en el tajo del verdugo. Tiene toda la razón Crivell; Hay cauces para defender nuestro patrimonio cultural en los Tribunales de Justicia. Cauces que seguirlos puede costar dinero, tiempo y esfuerzo, pero si no nos movemos, luego, cuando la felonía quede consumada, de nada nos valdrán las lamentaciones. Asociaciones de ganaderos, clubs de aficionados y ententes empresariales están obligados a resistirse a perecer a manos de los que, por un puñado de votos que les permita instalarse en el chollo, están dispuestos a liquidar una de nuestras más enraizadas señas de identidad.
Hagamos ver a los que por un escaño parlamentario están dispuestos a todo que no tenemos vocación de mártires. Que estamos decididos a luchar. Lucha en la que deben tomar parte activa también los toreros que encabezan los carteles de todas las ferias de España, Portugal, Francia y la América taurina. Capacidad económica tienen para ello y además se lo deben a una profesión que les ha servido para salir del anonimato y hacerse ricos. Con mucho esfuerzo y en ocasiones poniendo su sangre en el empeño, pero que piensen en que, aparte de su deuda con la existencia de la Fiesta Brava, también tienen un compromiso con el futuro. Ellos ya están en la Historia grande del toreo, pero hasta esa historia quedará diluida en la nada si los que quieren acabar con el toreo se salen con la suya.
Que comprueben que no somos un país de hombres y mujeres irresolutos dispuestos a inclinar la cerviz, ante sus desmedidas ambiciones de poder y de colocarse al calor del presupuesto. Empujémosles a que empleen los esfuerzos que hacen ahora para borrar el toreo de la faz de España, a acabar con los corruptos los prevaricadores y los pescadores de rio revuelto que vivaquean como piojos en las costuras de la política. Seamos todos beligerantes en la defensa de la Fiesta. Que vean con claridad que son más los votos que pueden perder que los que ganarán con sus artimañas anti taurinas. El 20.D está a la vuelta de la esquina, pensemos que nuestro voto puede ser también decisivo para la permanencia de algo que amamos y forma parte de nuestro estilo de vida; La Fiesta de los Toros. Ni un voto para los que quieren hundirla.
¿Que esto huele a mitin?. Puede que sí, pero en todo caso un mitin que sale a borbotones del corazón de alguien que no ha obtenido ni un real en su vida a costa de lo que defiende. Muy al contrario que muchos de esos arrebatacapas que, repito, por un puñado de votos son capaces de ir contra el arte y la cultura del pueblo. Recordemos la importancia que para frenar la invasión de las tropas napoleónicas tuvieron el toque a rebato del Tambor del Bruch y el bando del alcalde de Móstoles.
