“Quizás me tenía que ocurrir un percance como éste para dar credibilidad a mi carrera. No ha sido fácil asimilarlo. Nunca se está preparado para algo así hasta que te toca. Ha sido un peaje demasiado alto pero aquí estoy de nuevo con el propósito de volver a los ruedos en 2016”. De este modo tan sincero, tan auténtico y tan puro se expresó anoche en la localidad alavesa de Llodio David Mora. “No sabemos dónde ni hay fecha concreta para reaparecer pero lo que sí tengo claro es que tenía que ser ahora y lo va a ser”, matizó.
Durante más de una hora David Mora repasó su trayectoria. Sus inicios. Su primeros triunfos, su consagración en la élite durante 2011, la defensa de su estatus. Y repasó las claves de su tauromaquia. “En ocasiones se habla alegremente de valor, pero el valor es muy efímero”, subrayó; “Delante del toro lo más importante es la confianza y la seguridad y esa te la da la preparación, la mentalización, el vivir para tu profesión y saber que estás capacitado para hacer un esfuerzo cuando te lo exija el toro”.
Encogió el corazón de los presentes cuando echó la vista atrás y compartió lo que ha vivido este año y medio, desde mayo de 2014. “En ocasiones tengo la impresión de no haber estado a la altura de tanto cariño y tanto respaldo de aficionados y profesionales”, reflexionó. “Hubo momentos en que me aislé. No quería saber nada del día a día de la profesión aunque jamás aparqué la rehabilitación. Llegué a pensar que no iba a poder volver a torear nunca más, que mi carrera se había acabado”.
Como artista tiene inquietudes. El futuro es un nuevo reto. Una ilusión y una meta. “¿Preocupaciones?, muchas. No sería humano si no las tuviese. Me preocupa no estar a la altura delante del toro en la plaza, no dar la imagen que quiero dar. Pero ese es el riesgo que hay que correr, uno más. Esta etapa tiene ese handicap pero también tiene otros positivos y es que el dolor sirve también para que el toreo se exprese de otro modo”.
