Los preparativos para la gran manifestación son trepidantes y variados. Se suceden las acciones de captación y se siente una buena respuesta, hay conciencia. Ahora se espera con expectación la respuesta de las primeras figuras, que de momento no rechistan y el tema preocupa. No es tiempo de comodidades. Deben estar todos. Es una obligación.
Aparecieron los carteles de Fallas cuando siempre, bien pasadas las fiestas. El diseño de los carteles en tierra de diseñadores ignorados, ha levantado división de opiniones, como siempre. Felizmente no hubo piruetas de última hora como se llegó a temer y los medios sacamos pecho de bien informados. Las asociaciones de aficionados más allá de los gustos personales de cada cual, los han acogido bien e incluso muy bien. Así que a la espera de cómo se manifieste el gran público al que no siempre tomamos en cuenta, todo marcha por su camino en Valencia donde, son vías paralelas, los preparativos para la gran manifestación del 13M, reto de máxima trascendencia, son trepidantes y variados. Se suceden las acciones de captación. Se recorren los pueblos pidiendo respaldo cual sufragistas y se siente una buena respuesta, hay conciencia. A más gente más respeto, para el toreo de esta tierra y para la tauromaquia en general y es lo que hace falta, respeto.
Ya se han recibido muchas adhesiones de otras comunidades y hay que celebrarlo porque todas son pocas. Ahora se espera con expectación la respuesta de las primeras figuras del toreo, que de momento no rechistan y el tema preocupa. En anteriores ocasiones, acuérdense de Castellón, se llamaron a andana y brillaron por su ausencia cuando son ellos los primeros que deberían defender el huerto, que es su huerto. No es tiempo de comodidades. Que lo sepan pues. El futuro, e implico al suyo también, va más allá de si toreo con este o con aquel, este día o aquel otro, el día es el 13M en Valencia y ahí deben estar todos. Es una obligación.
