Prácticamente la totalidad de la camada de Victoriano del Río para esta temporada irá destinada a esos puertos de montaña a los que ya nos tiene acostumbrados. Valencia, Sevilla, Madrid, Pamplona… son algunos de los destinos elegidos para los pupilos madrileños. “A Valencia vamos con un cartel interesantísimo como es el mano a mano de Talavante y Roca Rey, como aficionado es de los mejores que se pueden dar, ojalá embistan esos toros porque puede ser una tarde magnífica de entretenimiento. A Sevilla iremos con Juli y Morante y espero que en Madrid también sea un cartel importante. Iremos a Pamplona, tenemos Málaga, Nimes… alguna más que se ha hablado pero depende un poco de que los matadores tomen una dirección u otra”, afirma Victoriano.
Sobre las características de la camada, manifiesta: “La línea va a seguir siendo la misma, tengo alrededor de 80 toros y la camada está igual. Hoy las exigencias de las figuras son terribles, los toros tienen que cumplir eso del 90-60-90 y no te salgas de ahí porque si lo haces ya no vale. Los pelos son variados como he tenido casi siempre. Hay burracos, que vienen de hijos o nietos de Aldeano; mulatos, de Alcalde y de Dispuesto, también hay negros y algún castaño, que vienen de los Beatos. La camada viene de sementales nuevos así como de vacas también nuevas, por lo que mantener el mismo ritmo, la misma genética, las mismas condiciones cuando la ganadería se renueva cada equis años es un milagro. Sementales del año 6-7-8 no me queda ninguno, así que teniendo en cuenta que cada siete años aproximadamente cambias la ganadería completamente es difícil mantener siempre la misma línea. Luego llegan los recuerdos de los toros buenos de años atrás pero sin ser conscientes de que mantener lo mismo es muy complicado”.
Merecedor del título de ganadero puntero, Victoriano del Río se mantiene en la cima de la crianza de bravo desde hace ya años. “Es algo muy bonito pero también supone mucha presión. Por la razón que sea me mantengo bastante bien y hasta ahora me conformo con cómo nos están yendo las cosas”.
El pasado año ocupó uno de los primeros puestos de su escalafón, sin embargo para Victoriano del Río esas cifras no tienen mayor importancia. “En nuestro ámbito esas cifras no dicen mucho. Hay que tener en cuenta que llevo quince años lidiando prácticamente el mismo número de toros, entre 75 y 85, no he crecido pero tampoco he descendido. Hay una variación de una corrida más o una corrida menos, pero mantengo el mismo tono del que hablaba. Este año creo que lidié alguno más, 92 si no me equivoco, pero porque las circunstancias se dieron así, pero de normal me mantengo en el mismo número y me está funcionando”.
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