NOVILLADAS DE ABONO

Lorenzo, la faena; gran actitud de Ginés Marín en Sevilla

El toledano corta una oreja en su debut en la Maestranza y el jerezano da una vuelta al ruedo
Víctor García-Rayo
domingo 01 de mayo de 2016

Emotivo recibimiento con cinco faroles de rodillas al sexto de Pablo Aguado, que sorteó el lote de menos opciones.

VÍDEO RESUMEN DEL FESTEJO

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE ARJONA DEL FESTEJO

Fotos: ARJONA

Álvaro Lorenzo cortó una oreja del novillo que abrió plaza, un ejemplar que volteó al banderillero Candelas. Muy afligido en los primeros tercios, algo blando y mirón también el parralejo, el único que apostó de verdad por él fue el novillero toledano. Centrado, puesto, metido, se convenció y convenció al utrero. Le tragó los parones y lo fue haciendo poco a poco hasta lograr sacar el buen fondo que tuvo el novillo. Faena de capacidad, firmeza y valor. Muy meritoria por la apuesta en el novillo. En el tramo final logró muletazos de muy bella factura. Remató su actuación de una gran estocada. Al cuarto le recetó un puñado de verónicas de enorme despaciosidad y manos bajas. Comenzó bien la faena el toledano al natural frente a un novillo que duró un suspiro. Faltó ligazón a la faena y empuje al de El Parralejo. De uno en uno fue sacando los muletazos, con notable pulso. Capaz, sobrado Lorenzo. Mató de media estocada tras un pinchazo y saludó una ovación.

Ginés Marín cuajó de forma soberbia con el capote al segundo de la tarde, desde las verónicas, surgidas a compás y buen gusto, y en el quite por cordobinas. El jerezano abrió la faena de rodillas en los medios, sucediéndose las tandas con serenidad, aplomo y buen corte. Con el novillo venido a menos, Marín buscó la corta distancia para que la emoción siguiera fluyendo. Solvente y capaz, se vio al jerezano como un matador de toros. Cayó baja la estocada y eso hizo que el palco, pese a la petición, no concediera la oreja. El quinto fue un novillo manso de libro, huidizo. Ginés Marín fue a buscarlo por todo el ruedo pero el utrero no quiso nada ni por dentro, ni por fuera ni en ningún terreno. Meritorio esfuerzo del jerezano que fue ovacionado.

Pablo Aguado no tuvo opciones con el tercero, un novillo parado y afligido al que tampoco le vino bien un primero puyazo del que sangró mucho. Lo intentó el sevillano frente a un animal que no respondió. Intenso, emotivo y muy importante fue el saludo con el capote al sexto. Hasta cinco faroles de rodillas le recetó el sevillano en los mismos medios de la plaza. El de El Parralejo, noble y manejable, llegó parado y con sosería al último tercio y la faena de Aguado no tomó cuerpo en ningún momento. Mató de una estocada tras pinchazo y saludó una ovación.

Sevilla, domingo 1 de mayo de 2016. Novillos de El Parralejo, correctos de presentación y de juego desigual. Álvaro Lorenzo, oreja y ovación con saludos tras aviso; Ginés Marín, vuelta al ruedo tras petición y ovación con saludos tras aviso; Pablo Aguado, silencio y ovación con saludos. Entrada: Algo más de media plaza. Álvaro Lorenzo hacía su debut en La Maestranza.

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