GALERÍA FOTOGRÁFICA DE JULIÁN LÓPEZ
LA OPINIÓN DE MORA: “Los juampedros cantan la gallina”
Fotos: JULIÁN LÓPEZ
Alejandro Talavante y Andrés Roca Rey mantienen las espadas en alto. El duelo soterrado que parecen mantener ambos toreros tras el festejo del pasado viernes en Las Ventas sigue en vilo. Esta vez no pudieron reeditar los éxitos del último día, pero sí anduvieron ambos por encima de sus oponentes. La tarde contó con hasta tres sobreros, siendo éstos y los titulares de Juan Pedro Domecq animales deslucidos en líneas generales. El confirmante Posada de Maravillas, también sin toros aptos para el triunfo, salvó la papeleta con dignidad.
Gran quite de Roca Rey frente al segundo. El peruano intercaló faroles, talaveranas y gaoneras, rematando con una brionesa. Luego, la faena de Talavante tuvo carácter y, sobre todo, muy buena actitud. La abrió en los medios con una pedresina, pero el animal no respondió a todo lo que puso el extremeño. Tuvo buena condición y nobleza el juampedro, pero le faltó fondo y humillación. Se diluyó el quehacer de Talavante, que fue silenciado.
No valió el cuarto, que nunca quiso humillar en las telas y mantuvo esa condición desde su salida y hasta su muerte. Iba y venía, pero sin raza. Talavante anduvo aseado, pero sin mayores opciones. Silencio.
Faena de autoridad la de Roca Rey al tercero, un juampedro con más fondo por el pitón derecho que por el izquierdo. Sacó ese fondo gracias al temple del peruano, que basó su labor por el lado bueno. Faena con firmeza, plena de autoridad y determinación. Destacaron tres series en redondo. En el final de su quehacer, pisando terrenos de cercanías, volvió a comprobarse la claridad de ideas del peruano, que remató de dos pinchazos y una estocada y fue aplaudido.
El quinto fue devuelto a los corrales por flojo. En el quite, hizo la zancadilla el animal al torero, que hizo la croqueta y se libró de milagro de la cornada. El sobrero también vio asomar el pañuelo verde por el mismo motivo, pero antes Roca Rey dejó un saludo para el recuerdo: gaoneras en los medios rematadas con una larga cambiada de rodillas. Volcó el ambiente el peruano. El quinto tris fue de José Luis Marca. Deslucido, desrazado, con genio, echando las manos por delante, protestando en cada viaje… La actitud y firmeza de Roca se estrellaron frente a la mansedumbre del animal, además feo de hechuras.
Abrió plaza un toro noble y manejable que no llegó a rebosarse en las telas. Posada toreó bien con el capote, ejecutando después su faena de muleta entre las dos rayas. Quizá en los medios el toro se hubiera definido más. Cumplió el extremeño, que llegó a dejar algún pasaje de cierta templanza pero anduvo muy desafortunado con la espada. Silencio tras aviso.
El sexto fue devuelto por flojo y sustituido por un sobrero de Conde de Mayalde que fue cambiante en sus embestidas. Sin terminar de humillar, fue algo más manejable por el pitón derecho. Posada cumplió, por encima de las pocas condiciones de su antagonista.
Madrid, domingo 15 de mayo de 2016. Cuatro toros de Juan Pedro Domecq, uno (5º tris) de José Luis Marca, salido tras devolverse el titular y el sobrero de Juan Pedro, ambos por flojos; y otro (6º bis) de Conde de Mayalde, salido tras regresar a los corrales -también por flojo- el titular de Juan Pedro. Bien presentados, desiguales de hechuras y en general deslucidos. El de mejor condición -por el pitón derecho- el 3º. Alejandro Talavante, silencio en su lote; Roca Rey, palmas y silencio; Posada de Maravillas, que confirma alternativa, silencio tras aviso y silencio. Entrada: Lleno de “No hay billetes”. El rey emérito, D. Juan Carlos I, acompañado de su hija, Dña. Elena de Borbón, presencia el festejo desde la meseta de toriles.
