“La actividad ganadera genera un impacto económico de 204 millones de euros”

El Tendido 11 de Las Ventas acogió la exposición "La Tauromaquia es ecología" en la que se puso en valor el factor ecológico del mundo del toro
Redacción APLAUSOS
jueves 26 de mayo de 2016

El Tendido 11 de Las Ventas celebró la exposición “La Tauromaquia es ecología”, coorganizada entre Taurodelta y la Fundación Toro de Lidia en la que, a través de fotografías de Gorka Azpilicueta y Arsenio Ramírez, se pone en valor el elemento ecológico del mundo del toro.

Borja Cardelús, director de la Fundación Toro de Lidia, explicó: “Esta exposición recoge seis argumentos -que encabezan cada imagen- que vienen a decir que, aunque una persona no sea aficionada a los toros o no le gusten para nada, la Tauromaquia es un bien a defender por encima de otras consideraciones en cuanto garantía de preservación del toro bravo”.

En el acto también intervino el biólogo Miguel del Pino, quien hizo hincapié en la “exaltación de la crianza del becerro bravo sin separación de su madre en condiciones incomparables en otro tipo de ganado”, así como “el valor añadido del toro como señor de la dehesa desde el punto de vista ecológico-genético-histórico. Asimismo, es fundamental la capacidad del toro bravo para adaptarse a ecosistemas de poca o nula rentabilidad para otros ganados, como la sierra bravía o la salina, y la dependencia que tienen de la dehesa numerosas especies de aves que tienen su sede en los ecosistemas del toro”.

Juanma Lamet, periodista de Expansión,ressaltó que “hay más de 540.000 hectáreas de dehesa ibérica dedicadas al toro bravo. ¿Esto es mucho o es poco? Es más que toda la superficie de Cantabria (532.000 hectáreas), La Rioja (504.000) o de las Islas Baleares (499.200). Una de cada siete hectáreas de dehesa de España gira en torno al toro”.

Además, Lamet, añadió que “las 1.281 ganaderías de bravos mantienen 194.931 reses, casi la mitad de ellas (88.700) reproductoras, y más de 15.000 personas trabajan en las explotaciones“. Y destacó: “Criar un toro tiene un coste medio de producción de 4.500 euros, sin tener en cuenta el valor o arrendamiento de la finca”.

Pablo Campos Palacín, investigador del CSIC, especialista en economía ambiental, calcula que “el 66% de los beneficios económicos de las dehesas de bravo corresponde al valor ambiental. Las fincas de ganado manso tienen un valor comercial casi un 40% superior, pero el autoconsumo medioambiental y la revalorización verde de las fincas de bravo compensa algo la balanza hacia los ganaderos de lidia. De hecho, la actividad ganadera genera un impacto económico de 204 millones de euros”.

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