Fotos: ARJONA
Pablo Aguado cortó una oreja del cuarto tras lograr una muy buena actuación. Saludó a su oponente con faroles de rodillas en la boca de riego. Brindó a sus compañeros Cadaval y Serna y luego supo extraer agua del pozo prácticamente seco que resultó ser el novillo, marcado con el hierro de Cuvillo. Ejemplar paradote, muy soso, de exponer y buscarle las vueltas. Puso todo de su parte el novillero, que arrancó por completo los buenos muletazos que dio. Muy bien Aguado, centrado y entregado toda la tarde. Mató recibiendo, el novillo escupió pronto el espadazo pero la ejecución fue importante. Oreja tras aviso.
Pablo Aguado dejó una faena tesonera y dispuesta con el primero, un novillo que se movió pero lo hizo soltando mucho la cara. Actuación completa la del sevillano, que lo recibió a portagayola, galleó por chicuelinas, un quite y la réplica a otro de Rafael Serna. En todo ello hubo más voluntad que brillantez. Faena larga premiada con una ovación.
El segundo de la tarde fue un espejismo, muy cuidado en varas, llegó francamente apagado al último tercio. Las dos primeras tandas tuvieron buena ejecución, llegando a sonar la música, sin embargo se vino abajo a plomo. No duró el utrero de Talavante, finalizando Serna de una estocada casi entera tras pinchazo.
Decepcionó el quinto, recibido a portagayola por Serna, que salió arreado tras la oreja que cortó Aguado. Cuajó un quite muy ceñido, de máximo riesgo, por chicuelinas, poniéndolo después todo de sí ante el novillo más deslucido por parado del envío de Talavante. Un auténtico marmolillo el animal, que impidió cualquier opción de lucimiento a su matador. Nada que hacer, absolutamente imposible. Pinchazo, tres descabellos y ovación con saludos como resumen de su entrega toda la tarde.
Alfonso Cadaval lidió un sobrero de Rocío de la Cámara. Pese a sus carencias lógicas, a Cadaval se le adivinó un buen concepto del toreo. Hubo naturales y derechazos sueltos de bella factura aunque la faena no tuvo la continuidad necesaria. Anduvo desafortunado con los aceros pero pese a ello saludó una ovación.
Cerró plaza un remiendo de Rocío de la Cámara que embistió a la defensiva. Mansurrón en los tres tercios, el utrero se negó a la pelea. El diestro, de escaso bagaje técnico, se lo quitó pronto de encima. No pasó nada. Silencio.
Sevilla, jueves 26 de mayo de 2016. Novillos de Talavante y Rocío de la Cámara (3º bis y 6º). Demasiado justos de trapío los de Talavante. Mejor presentados los de De la Cámara. De escaso juego todos ellos, en líneas generales. Pablo Aguado, ovación con saludos tras aviso y oreja tras aviso; Rafael Serna, ovación con saludos en ambos; Alfonso Cadaval, ovación con saludos y silencio. Entrada: Alrededor de tres cuartos de plaza. Miguel Ángel Odero saludó tras parear al cuarto.
