MADRID.- FERIA DE SAN ISIDRO

Rafaelillo destaca en la miurada que cierra ciclo

Poderosa faena del murciano frente al único toro enrazado y encastado de Zahariche, el primero
Íñigo Crespo
domingo 05 de junio de 2016

VÍDEO RESUMEN DEL FESTEJO

FOTOS DE JAVIER ARROYO DEL FESTEJO

LA OPINIÓN DE PACO MORA: “San se acabó”

Fotos: JAVIER ARROYO

El primer miura de la tarde fue devuelto a los corrales por manifestar poca fuerza. Se corrió turno y en su lugar saltó el previsto como cuarto. Fue éste un animal encastado, exigente, con movilidad, de buen juego y ovacionado en el arrastre. Rafaelillo mostró, un día más, tener todos los papeles en regla. Muy decidido desde el principio, el murciano puso de manifiesto su buena actitud, viéndolo todo muy claro, dominando y domando al de Miura, fundamentalmente por el lado zurdo. Hubo por ese lado series bien trazadas, con el acierto de ganar o perder pasos dependiendo de cómo tomaba el engaño el animal. Lo más lucido llegó por ahí, ejecutando el torero una gran serie citando de frente. Labor bien cosida, compacta, con el punto de pasión que pone el torero en sus quehaceres. Lástima que pinchara tres veces y que, con ello, se esfumara la oreja. Saludó desde el tercio.

El sobrero de Valdefresno se jugó en cuarto lugar. Fue un toro muy hondo, con mucha cara, de amplios pechos. Animal gordo, con envergadura, que embistió rebrincado y sin clase. Se movió, pero sin entrega y rebotado en los embroques. Faena solvente y diligente de Rafaelillo, que fue silenciada.

Toro complicado el segundo, metiéndose por dentro, quedándose corto, desarrollando el sentido propio de la edad -tenía casi seis años-. Ejemplar muy vivo, fiero en ocasiones. Castaño, con la habilidad que da el oficio, solventó la papeleta sin poder brillar pero sin llegar a sufrir. Labor larga, tesonera, en la que intentó -sin poder conseguirlo- que el de Miura tomara bien los engaños. Falló al matar. Silencio tras aviso.

El quinto fue un ejemplar deslucido, pitado en el arrastre. Lo mejor de la actuación de Castaño fue el saludo capotero, con lances a pies juntos ganando terreno. El de Miura fue manso, llevó la cara alta, rebañando en su embestida y quedándose muy corto. Hubo aplomo y criterio por parte del salmantino, que anduvo muy sólido con el toro y por encima de las condiciones de su oponente. Saludó.

El tercero fue un toro complicado, que desarrolló peligro, midió mucho, llevó siempre la cara alta y buscó la querencia a tablas. No quiso pelea, quedándose siempre corto y sacando la cara por encima del estaquillador. Faena sin brillo pero suficiente a cargo de Pérez Mota. Estocada caída y descabello. Silencio.

Cerró plaza un toro que lució en los primeros tercios, especialmente en el de varas, pues le pusieron tres veces en suerte y embistió con codicia y fijeza al peto. Pero se dejó en esos tres puyazos todas sus virtudes y desarrolló sentido en la muleta. No tuvo un pase. Quizá tendrían que haberlo administrado mejor en los primeros tercios. Mota anduvo muy generoso con él al principio, pero se quedó sin toro. Serenidad del gaditano. Silencio.

Madrid, domingo 5 de junio de 2016. Toros de Miura. Bien presentados, en tipo, variados de líneas y hechuras. El 1º, devuelto por poca fuerza y sustituido por el que estaba previsto como 4º, encastado y de buen juego. Complicados 2º y 3º. Deslucidos el 4º, de Valdefresno, que salió en lugar del devuelto 1º, y el 5º. Buen espectáculo del 6º en varas, pero sin fondo en la muleta. Rafaelillo, ovación con saludos tras aviso y silencio; Javier Castaño, silencio tras aviso y ovación con saludos; Pérez Mota, silencio en ambos. Entrada: Lleno. El Rey emérito Juan Carlos I presencia el festejo desde su localidad junto a su hija, Doña Elena. Javier Castaño fue obligado a saludar tras romperse el paseíllo. Fernando Sánchez saludó tras parear al 5º y Raúl Ruiz hizo lo propio en el 6º. Destacó picando Francisco Vallejo al animal que cerró plaza.

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