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Tápense

Carlos Ruiz Villasuso
viernes 15 de julio de 2016

He hablado con todos los empresarios posibles e imposibles respecto al pliego de Las Ventas y todos coinciden en su voracidad económica y su intervencionismo en el peor momento. Si es como se ha filtrado, es un torpedo letal a la línea de flotación del toreo

Si el pliego de Madrid es tal y como dicen, hago mía esa frase cainita que tanto nos distingue: los enemigos del toreo estamos dentro. Me incluyo en esta frase para darme más crédito y credibilidad a un asunto que, lamentablemente, ha sido de escasa ocupación general, siendo el asunto de importancia número uno de la Fiesta: el pliego de Las Ventas. Si es como se ha filtrado, la señora Cifuentes y sus genios pro taurinos han logrado frenar el desarrollo del toreo en la plaza más importante del mundo.

Hay una insistencia de la clase política que se define afín a la Tauromaquia que consiste en intervenirla. Intervenirla por una razón: para dominarla, poseerla, para que la Fiesta sea suya. Controlarla. La gestión de la Tauromaquia no se escapó en décadas de esa forma fraudulenta de dar contratos públicos a los amigos o afines. Eso no niega ya nadie, porque dudo mucho que haya un sólo empresario que no haya gestionado una de sus plazas tras concesión dáctil. De “a dedo”. España se manejó así según dicen medios, policía y jueces. Los únicos que no lo admiten aún son los políticos.

He hablado con todos los empresarios posibles e imposibles respecto al pliego y todos coinciden en su voracidad económica y su intervencionismo en el peor momento. Cuando más recursos necesita la Fiesta y cuando más margen para programar se exige si queremos acceder a los públicos. El pliego, si es como se ha filtrado, es un torpedo letal a la línea de flotación del toreo, elaborado por ultras inmovilistas, rancio, caduco, castrista, torpe, fatuo, demagogo y tortuoso.

Sólo los que lo han elaborado sienten felicidad por ese parto. Su análisis queda para cuando sea oficial. Y adelanto que si no es el que se ha filtrado y es digno de elogio, no sólo pediré perdón, sino que trataré de elogiarlo con la misma convicción que ahora lo pongo contra las cuerdas. Pero es que, es, ante todo, un pliego tan anti Tauromaquia, que esta vez va provocar algo más allá de la queja.

Les escenifico un recuerdo: cuando Carmena mandó al carajo a la Escuela de Tauromaquia de Madrid, la Cifuentes salió al quite diciendo que la Comunidad no la iba a dejar tirada. Mintió. Si es cierto lo que dice el pliego filtrado, mintió. Porque la realidad es que se grava a la nueva empresa de Las Ventas con 220.000 euros que ha de destinar a la escuela. No sólo no hay valentía ni generosidad para desde las arcas públicas dar algo al toreo, sino que se le obliga a la empresa a dar ese dinero. ¿No decía que no la iban a dejar tirada? Poca vergüenza.

En los últimos años la empresa desarrolló una idea llamada Tour por Las Ventas que se ha ido llevando a cabo con éxito y que, ahora, la saca a concurso fuera de la explotación de la plaza. O sea, que jinetea una idea y se queda con sus 250.000 euros de beneficios. Pero, de lo filtrado, que es mucho y pésimo: número de festejos, programaciones estructuradas de forma obsoleta, inversión en obras del inmueble, el hecho de que los Lozano no se puedan presentar, es una cagada de ineptos. Pero, tontos, ¿qué empresa en medio de la crisis, con una reducción del 38% de los festejos en plazas de segunda, es capaz de organizar 80 en cinco años?

Ah. Y un consejo a ciertos miembros del Consejo: dejen de enviar mensajes por opinar de esta forma. No causen tormenta que la época del cacique y del fraude ya no la consiente el PP de Cifuentes. Tápense.

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