La página de Molés

Obras son amores

Manolo Molés
domingo 16 de octubre de 2016

Simón de tonto no tiene un pelo y ciertamente es un “productor” taurino muy diferenciado. Ahora hay que verlo en Las Ventas, donde cohabitó un tiempo con José Antonio Chopera, del que parece heredar (vean la historia) casi todas las plazas.

Simón Casas y Rafael García Garrido van a pilotar la nave de Madrid, o sea, la plaza más importante del mundo. Hace poco les tuve en la radio. Simón estuvo en Simón porque de lo contrario sería un impostor. Simón es por naturaleza un predicador y tal vez esa es la faceta más conocida, más de cara a la gente, más de su escaparate. Yo le conozco algo más porque este tipo de personajes, difícilmente repetibles, suelen tener forma (la conocida) y fondo (el que hay que descubrir). A mí me gusta mucho más esta segunda. Y dialogo mejor con Simón en voz baja y frases cortas que cuando se sube al púlpito. Y ojo: es el mismo en las dos facetas. Lo que pasa es que el temple y el razonamiento lo encuentro más en el diálogo sin altavoces que cuando enciende las luces del escenario. Obras son amores.

Simón de tonto no tiene un pelo y ciertamente es un “productor” taurino muy diferenciado. Lo de Nimes es obra suya e incuestionable. Arles era mucho más que Nimes hasta que él llegó. Maneja bien Valencia y Alicante, plazas suaves, ha mejorado Zaragoza por la que Serolo pasó como el caballo de Atila por su categoría taurina y la dejó yerma. Y ahora hay que verlo en Las Ventas, donde cohabitó un tiempo con José Antonio Chopera, del que parece heredar (vean la historia) casi todas las plazas.

En la radio se proclamó el más torista de todos y nombró de una decena de espectáculos con el toro-toro como protagonista principal y producidos por él. Pero tiempo al tiempo. Con Madrid no cabe jugar porque la afición está con los ojos abiertos. Y Simón -eso lo sé porque le conozco más de lo que el cree- hará lo mismo que un personaje televisivo poco atractivo por su profundidad intelectual pero convertido en “la reina” (fuera esa monarquía) del pueblo llamada Belén Esteban. Pues si ella por su hija eleva la voz, estira el morro y crispa el rostro y dice aquello de “Por mi hija, ma-to”, Simón por Madrid es capaz de matar lo que sabe que Madrid no quiere y que cocina y vale para otras plazas. De todos modos, tiempo al tiempo. Y un margen de confianza. Lo malo es que sólo hubiera un Simón: el del sermón de la montaña. Lo bueno es que está el otro, el que habla bajo, abre los ojos y es más listo que las liebres. Ese es el que debe cuadrar su tauromaquia para Las Ventas.

Su socio Rafael García Garrido es un hombre de negocios y si Simón enfoca bien el tema taurino, su papel es hacer mucho más útil la plaza y llenarla de espectáculos y de vida. Que ir a Las Ventas sea algo diario para mucha gente y algo extraordinario para lo taurino y otras atracciones. Recuperar abonos y la utilización de uno de los edificios más bellos y visitados de Madrid. Ahora a esperar y a exigir una etapa de crecimiento. Ni un paso atrás.

EL MÉRITO DE ADOLFO Y UN APUNTE SOBRE LA CORRIDA DE OTOÑO

Respeto y admiro mucho a Adolfo Martín. Era la parte “pobre” de los victorinos y ha mantenido la ganadería en el tipo real de su origen. Y está en todas las ferias. Trabajó como nadie y hasta hace poco le sobraban toros cada camada. Enviando unos al matadero, sufrió un cornalón. Y ahora ahí está. Toros importantes con la cumbre de Santander. Pero la de Otoño en Madrid ha sido más otoño que primavera. Dos buenos, el resto bajo de casta, de emoción y de espectáculo. Me sorprendió que él, tan claro, dijera que la corrida le había encantado o gustado. Le respeto. Adolfo ha aprendido a vender. Él sabe que el futuro no va por esa vereda.

Estamos en tiempos sorprendentes: figuras, nuevos que arrean, clase media que se hace presente; y por si faltara algo, chavales empezando que da gloria verles. El milagro de una cantera que no se seca pese a las dificultades. Ese Francisco de Manuel que salió a hombros de Las Ventas estando sin caballos. Pero ojo a ese tercer Adame de nombre Alejandro. Y ojo a dos novilleros ya más cuajados que acaban de llevarse los premios de Arnedo y Algemesí: el mejicano Leo Valadez, el Zapato de Oro, y Diego Carretero, la Naranja de Oro de Algemesí. Concretamente a éste último lo vi en Albacete, junto a Calamardo, y me gustó una barbaridad. Tiene torería, tiene personalidad y si cuaja en esa línea será cualquier cosa menos uno más.

GRACIAS A FRANCIA Y LO QUE VA EN NIMES DE MAYO A SEPTIEMBRE

A Francia hay que darle las gracias casi todos los días. Entre otras cosas porque da sitio a toreros que en España no les hacemos ni puto caso. Ese Lamelas y ahora ese Emilio de Justo que parecía que había desaparecido del mapa. Pues dos orejas a victorinos en Mont de Marsan. Merci.

Igual que están vendidas las alternativas de Nimes en septiembre, tienen un punto de gafe las de mayo. Véase lo de Ginés Marín, Lorenzo y Varea. Menos mal que Ginés no pierde comba cada vez que le ponen y tendrá que perseverar porque tiene condiciones. Lorenzo, pese a estar en una casa fuerte como la de los Lozano, torea de uvas a peras. Y ya no te digo nada -¿verdad Felip, compañero?- del paisano Varea, tan diferente, tan personal y tan olvidado con su diploma de flamante matador. En cambio doctorarse en septiembre es casi un seguro de futuro. Ya ves.

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