La Pincelada del Director

¡Cuánto daño hace el esto se acaba!

José Luis Benlloch
jueves 12 de enero de 2017

Tolerancia es aceptar que uno se rompa la camisa ante las brujerías anuales de un artista o que otro se pirre por lo que usted considera destoreo y él ve como profundidad; valorar los grises, aceptar que no todos los domecq son domecq en el sentido que decimos nosotros

Son días de buenos propósitos. Motivos y tajos en los que mejorar, aun sin intención de flagelarnos, hay muchos. Así que comencemos ya. A un lado la báscula, a otro la tarjeta del gimnasio, bien a mano la bolsa de la paciencia, con la suegra -reconozcamos que no es mala gente-, con el sobrino anti y con rastas si lo tiene o con el vecino; ponga el móvil en modo avión a la hora de comer, a tomar viento el paquete de tabaco, el mechero, el cuchareo… tomaré las birras justas y vino sólo si es del fetén. Y en cuanto a los toros hay que aparcar el derrotismo; aceptar las opiniones ajenas sin sacar el bastón ni hacernos el harakiri ¡cuánto daño hace el esto se acaba!; tragar con que uno se rompa la camisa ante las brujerías anuales de un artista cuando a usted no le hace ni plin, o que otro se pirre por lo que usted considera destoreo y él dice que es profundidad; hay que valorar los grises, aceptar que no todos los domecq son domecq en el sentido que decimos nosotros, que hay domecq buenos y domecq piltrafa y al revés, domecq de los que embisten y de los que queriendo hacer favor a los toreros le hacen todo lo contrario, fenómeno entreguista que sucedió siempre y con todos los encastes, de la misma manera que hay políticos que nos hacen la pared para que resistamos y políticos que nos hacen la cama para su propia conveniencia y lucimiento. Así que en marcha.

Se acabaron las fiestas, arriba las ferias, venga carteles. Informativamente no hay nada que nos pirre más a los aficionados, de tal manera que subes un cartel a la web y se disparan las visitas de gente queriendo saber aunque en realidad he de reconocer que sí existen temas con más interés que un cartel pero no lo reconoceré, no saldrá de mi boca porque no soy morboso y sí un poco supersticioso, así que el auténtico tema salvavisitas de las webs lo dejaré oculto y aquí en Aplausos, donde seguimos tan españoles como siempre, apostaremos, disculpen los empresarios en tiempo de parición, en dar gusto a los aficionados, en este caso en dar carteles, anunciar gestas, también publicar buenas fotos, y naturalmente escribir crónicas y columnas con el mejor de los criterios que seamos capaces y siempre, eso lo garantizamos, con la máxima honorabilidad.

MÉXICO/VITORIA

El año ha arrancado con claroscuros. En México DF apostaron por el ataque para restañar la herida de un éxodo terrible, tocaron a rebato, llamaron a las figuras, la despedida de Zotoluco, el Rey Ponce, el Tremendo Juli, el Divino Morante, el Joven Adame, lo adelantó Aplausos, toda la carne en el asador a la espera del milagro de la resurrección del gran embudo. Y, por si faltaba algo, prometen un reajuste del precio de las localidades. La estrategia adoptada es sencilla: calidad, interés y precio. La fórmula primaria para cualquier negocio. Está bien, muy bien, pero digo yo que podían haberlo pensado antes. La situación es límite, sin que en este caso le podamos echar la culpa a nadie ajeno al toro. Si se ha llegado a tiempo lo celebraremos como una lección a tener en cuenta.

Y en España pusieron los focos mirando a Vitoria. Partido duro, marrullero, con un alcalde apostando a las alcaldadas, a un no porque no, trajinando con fechas y plazos, encabezonado en su postura y aculado en tablas, de espaldas a la lógica, a la historia y hasta a los intereses de una ciudad a punto de verse privada de la fuerza dinamizadora de una feria taurina. De otro lado una familia de empresarios españoles, los Chopera, con un planteamiento riguroso, con la fuerza que da la razón, con una carga emotiva detrás tan fuerte que la prioriza sobre los intereses estrictamente económicos. Sus antepasados fueron empresarios de ese mismo coso como ellos lo son de las otras plazas importantes de Euskadi, de tal manera que se sienten con la obligación de jugar esa partida de recuperación patrimonial. Me consta que no van a ceder en su empeño y, si finalmente no les ceden la plaza para la Virgen Blanca porque por orden del señor alcalde se han inventado un compromiso anterior, la pedirán fuera de las fechas de feria. Eso me han asegurado. O sea que hay que seguir creyendo que Vitoria este año tendrá toros salvo que vuelvan a inventarse otra alcaldada, otra bacalá administrativa.

Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2050 para todas las plataformas en Kiosko y Más

Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2050

Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2050 para iPad

Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2050 para Android

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando