En Pedraza de Yeltes se marcaron hace una década el objetivo de crear una ganadería que tuviese presencia en cosos importantes. Lo han logrado a una velocidad de vértigo. Son referente obligado en plazas francesas y del norte de España, y a la vez en estos últimos años han conseguido ir afinando el tipo del toro original de El Pilar sobre el que cimentaron su sueño ganadero. El éxito vivido este año en Arles con un astado de bandera como Dudanada les hace sentirse satisfechos de que están en el camino indicado.
En Pedraza, como aquella fantástica Real Sociedad de los años ochenta, han creído oportuno contener primero para luego salir jugando al ataque. Por eso, en 2017 van a hacer el sacrificio de vender menos animales de los que podrían con vistas al año siguiente: “La camada en sí misma daría para poder lidiar cuatro corridas, pero vamos a reservar algunos toros para cinqueños y de ese modo poder lidiar cinco corridas y una novillada en 2018”, explica Luis Uranga a nuestro compañero Antonio Girol en la entrevista publicada en el número de la pasada semana en Aplausos. Una apuesta de ese calibre, a la fuerza tiene que tener una explicación: “Sí, queremos que al menos cuatro de las cinco vayan a plazas de primera”, confiesa Uranga.
Hecha la anterior aclaración, por lo que respecta al año en curso la idea es “lidiar tres corridas de toros y una novillada”, las cuales volverán a pisar plazas donde ya es tradición que salgan reses de Pedraza de Yeltes: “Iremos a Dax y Arles, además de la novillada de Garlin y el utrero de la concurso de Saint Perdon”, expone. Queda por desvelar el tercer destino: “Es una plaza de tercera a donde nos hace mucha ilusión ir, pero el empresario quiere anunciarlo y es de ley dejarle que sea él quien lo haga”. Que así sea.
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