Aunque revela que parte casi de cero, Manuel Escribano vuelve a escena nueve meses después con la entidad, el prestigio y reconocimiento ganado con el tiempo frente al toro. Punto y seguido para el sevillano que retorna a los ruedos tras haber firmado en soledad un ejercicio de superación personal y de lucha titánica contra el destino. La parte amarga de la profesión la ha superado, la ha vencido y ahora sólo toca dejar patente que únicamente importa el presente y el futuro. No hay pasado. Atrás quedó. Valencia será testigo del regreso de un torero que había conseguido dar una vuelta de tuerca a su tauromaquia y que, según reconoce, ahora pretende continuar haciendo. Ya está aquí Manuel Escribano. A dar la cara. Lo que siempre hizo.
– “He soñado mucho con este día, incluso he llegado a soñar despierto. Por fin veo la luz al final del túnel, ese rayo siempre lo tuve y por eso estoy aquí”
– “Cuando salga el toro el que tengo que dar la cara y responder soy yo, ahí no hay reconocimiento que sirva. O estoy al cien por cien o no hay nada que hacer”
– “No vuelvo para dar pena a nadie porque no es mi estilo ni mi forma de pensar. Mi obligación es estar al cien por cien. No soy ningún superhombre”
– “Todos los toreros están arreando mucho y ahora llego de nuevo. Me falta dar un aldabonazo fuerte en Valencia y ese es mi objetivo ahora”
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