La Revolera

Los enanitos del rencor

Paco Mora
martes 16 de mayo de 2017

Guanyar Alacant y Compromís, buen puñado son tres moscas, están haciendo escarnio de la figura de Miguel Hernández, intentando secuestrar su memoria para unos fines políticos con los que el poeta no habría estado de acuerdo ni un minuto.

Guanyar Alacant y Compromís, buen puñado son tres moscas, están haciendo escarnio de la figura de Miguel Hernández, intentando secuestrar su memoria para unos fines políticos con los que el poeta no habría estado de acuerdo ni un minuto. Y ello, aprovechando que la empresa de la plaza de toros de Alicante ha anunciado la Feria de Fogueres de este año como un homenaje al gran poeta. Compañero del alma, compañero, tenemos que hablar de tantas cosas…

Miguel, tú que luchaste contra la posibilidad de que se instalara en España una dictadura y sufriste todas las angustias del presidio por tener un espíritu libre, hete aquí que tantos años después, los amigos de un analfabetoide conductor de autobús, que tiene a un pueblo sometido bajo su bota de dictador bananero, te quieren utilizar como bandera de algo que a ti siempre te repugnó. Tú, que fuiste sobre todo un hombre libre, incluso encarcelado, y allí escribiste para la posteridad lo mejor de tu obra, seguro que te repugnarían estos elementos asociales que están utilizando tu nombre para marchar contra la Fiesta de los Toros.

Porque basta con conocer tu obra para saber que eras un gran aficionado y veías con un temblor de emoción todo lo que tiene de grandioso e imperecedero la Fiesta “más culta”, como la calificó García Lorca. Otro que, como tú, sabía que el arte del toreo es compatible con cualquier pensamiento político. Tu obra poética perdurará, como la de Lorca, como la de Espronceda, como la de Bécquer y tantas otras glorias españolas, mientras los “enanitos del rencor”, que ahora tratan de utilizar tu nombre como puñal contra la libertad, caerán en el olvido más pronto que tarde. Sencillamente porque no son nadie, no valen nada y solo sirven para crear odio, y a partir del odio no se puede construir nada bueno ni perecedero.

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