La Revolera

Se va un torerazo

Paco Mora
lunes 03 de enero de 2011

Se va porque su dignidad torera le impide arrastrar sus maltrechos músculos por los ruedos. Un problema físico nos lo quita. De momento, porque es joven y hoy la cirugía hace milagros…

Ojalá esa retirada sea un periodo de descanso para curar las heridas como los grandes guerreros. Se trata de Curro Molina. Un torero grande. Y los grandes toreros, como los generales que han hecho historia, no mueren, simplemente se desvanecen para entrar en la inmortalidad de puntillas. Los buenos aficionados saben de la significación de Curro Molina en el toreo actual. Lo vamos a echar de menos. Porque ha sido un número uno entre los de plata. Por sus conocimientos, su manera de entender la función de los peones -¡qué palabra más fea atribuida a un torero!-, su bonhomía y un capazo de torería de esa que sólo tienen los que el hada madrina del toreo les tocó al nacer con su varita mágica.

Y además, Curro es hombre bueno, cabal y de una cordialidad sin fisuras. Ha sido, y ojalá lo vuelva a ser cuando la salud se lo permita, uno de esos hombres de plata cuyos nombres cuentan en los carteles porque tienen su público. Como lo tuvieron El Vito, González, los Capilla, Moncada, Manolillo de Valencia, Pacorro, Bojilla, Corbelle, Martín Recio… y el inolvidable Montoliu. Y mucho antes, Blanquet, Alfredo David, Alpargatero y Luis Morales.

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando