Le podría ir enumerando una larga lista de socialistas y comunistas que no han considerado jamás incompatible con sus ideas políticas sentarse en los tendidos de las plazas de toros. Pero claro, para saber todo eso hay que leer y eso debe ser muy malo para la vista de la concejala en cuestión… La concejala de Catarroja Datxu Peris es muy probable que, de ahora en adelante, se lo piense dos veces antes de arremeter contra un torero y más si ha caído en el ejercicio de su honorable profesión. Su endemoniado ataque al pobre Víctor Barrio le va a costar 7.000 euros, que es un dinerito para cualquier hijo de vecino, a no ser que esté subvencionado por los que mueven el cotarro del antitaurinismo o los que quieren convertir España en un erial. Que las redes sociales no pueden ser “un subterfugio en el que todo cabe”, para los que cara a cara carecen de valor para decir lo que vomitan en ellas, es más que sabido, pero hacía falta que la sentencia de un juez lo dejara más claro todavía.
Porque se necesita, no valor sino grandes dosis de cobardía y poca vergüenza para ofender la memoria de un hombre joven, cuyo único delito fue soñar con la gloria del éxito en profesión tan difícil y peligrosa como es la lidia de toros bravos. Por cierto, calificada por alguien poco sospechoso de “franquismo” y “fachero” como “La Fiesta más culta”. Me refiero al poeta Federico García Lorca, una de cuyas grandes composiciones poéticas está dedicada a la muerte de Ignacio Sánchez Mejías. Sí, amiga mía -es un decir- aquella de “no hubo príncipe en Sevilla que comparársele pueda”. Pero es que, a mayor abundamiento, y para ilustración de la señora o señorita concejala multada, alguien como el también gran poeta Rafael Alberti, llegó a hacer el paseíllo vestido de luces en la cuadrilla de su gran amigo Ignacio Sánchez Mejías. ¿También Alberti era un “facha”, cuando se pasó todos los años que mandó Franco en España viviendo en el extranjero, y sólo volvió cuando el general de pata corta y mandato largo la había espichado?
También debería saber la susodicha que don Ramón Rubiales, presidente del PSOE y republicano de pro, era un gran aficionado a los toros y pasaba grandes temporadas en Alicante, y no se perdía ningún año las corridas de Fogueres de Sant Joan. Y así le podría ir enumerando una larga lista de socialistas y comunistas, que no han considerado jamás incompatible con sus ideas políticas sentarse en los tendidos de las plazas de toros. Le pondré otro ejemplo y con él termino: Pepe Díaz, el mítico secretario general del Partido Comunista de España y en su juventud novio de Pasionaria, dijo, y escrito está, que “No concebiría España sin corridas de toros”. Pero claro, para saber todo eso hay que leer y eso debe ser muy malo para la vista de la concejala en cuestión…
