Diego Silveti fue el triunfador del festejo celebrado en la localidad mexicana de Moroleón. Silveti cortó las dos orejas de su segundo toro y abrió la puerta grande. Fácil y variado con el capote, Silveti cuajó al de Marrón por ambos pitones en una faena presidida por la quietud y la emoción, y bien rematada con los aceros. Frente a su primero, un toro con clase, la faena tuvo altibajos y fue silenciada.
El festejo tenía un formato peculiar, a modo de doble mano a mano de dinastía. Algo así como los Silveti y los Hermoso de Mendoza, cara a cara. A pie Diego compartió cartel con Juan Silveti, todavía novillero, que demostró sus buenas maneras aunque todavía le queda mucho camino por delante.
A caballo, compartían cartel Pablo y su hijo Guillermo Hermoso de Mendoza. En esta ocasión fue el menor de los navarros el que consiguió tocar pelo. Fue en su segundo turno cuando Guillermo demostró su disposición y frescura en una faena de buena ejecución. En su primer novillo también estuvo a buen nivel, pero el astado se vino abajo demasiado pronto.
Pablo Hermoso fue aplaudido en sus dos turnos en dos faenas a las que le faltó mayor chispa en los toros para que terminaran por calar en el público.
Moroleón (México). Lunes, 15 de enero de 2018. Toros y novillos de Marrón. Pablo Hermoso de Mendoza, palmas y palmas. Diego Silveti, palmas y dos orejas; Guillermo Hermoso de Mendoza, palmas y oreja. Juan Silveti, palmas y silencio. Entrada: Media plaza.