Fotos: ROLAND COSTEDOAT
Bien presentados aunque desiguales de hechuras, tanto los de Concha y Sierra como los de Valverde dieron muy pocas oportunidades a los coletudos para triunfar. El primero, un toro cinqueño, bajito y muy bien hecho, resultó el más aprovechable del encierro propriedad de Jean-Luc Couturier, que envió un lote bajo de raza, violento en el caballo -cada toro entró tres veces al caballo-, particularmente los de Valverde, complicado en la muleta, llegando totamente parados a la muleta los dos últimos.
Octavio Chacón sorteó el único ejemplar que se dejó torear sin complicaciones en la muleta, aunque tampoco iba hasta el final del muletazo. Lo mató de una estocada caída pero tardó en caer el toro, escuchando un recado presidencial. Su segundo, que derribó estrepitosamente en el caballo, fue un animal descompuesto en la muleta, despachándolo el torero de una estocada caída. Su entrega le valió una oreja.
Pocas opciones tuvo Pepe Moral con su lote, con un primero incierto y desordenado en sus embestidas saludó una ovación desde el tercio, mientras que con el segundo, totalmente parado, fue silenciado.
Manolo Vanegas se la jugó sin trampa en su primero, cortando una oreja tras una soberbia estocada. Nada pudo hacer en el sexto, otro ejemplar parado y muy bajo de raza.
Aignan (Francia). Domingo 1 de abril de 2018. Desafío ganadero. Toros de Concha y Sierra, los tres primeros, y de Valverde los tres últimos, bien presentados, astifinos pero desiguales de hechuras y de juego decepcionante, siendo el primero de la tarde, bajo y muy bien hecho, el mejor del encierro. Cinqueños primero, quinto y sexto. Octavio Chacón, ovación con saludos tras aviso y oreja; Pepe Moral, ovación con saludos y silencio; Manolo Vanegas, oreja y silencio. Entrada: Tres cuartos de plaza.
